Dejá Vu

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Las luces blancas no me dejaban mirar hacia enfrente y estaba desorientada.

—¿Qué piensas al estar en un hospital?— fue lo primero en mi mente, fue como si no se hubiera movido el tiempo y yo misma estuviera estancada en la repetición de un momento.

Observo a Erick frente a mi, y la vista por fin me permite mirar mi alrededor sin dificultades, "está llorando" por dios esta temblando, sus ojos comienzan a sangrar, perece atónito, su piel morena se torna gris, —dios mío que está pasando—.

De un momento a otro me encuentro en el cementerio, y un hombre con cabeza de chivo me sigue, Erick esta frente a mi, Erick llora, Erick llora... 

—Sofi, despierta llegamos a tu casa—.
Sigo perdida en el cementerio, pero escucho su voz —Dijo,¿despierta?—
—sofi, despierta— Me sacude lentamente.
El hombre cabeza de chivo se despide, "me falta el aire", —Desperte— dije mientras saltaba del asiento.
—Dormilona, nos esperan adentro— dijo Erick, mientras me besaba.

Ya había salido del auto, y aún pensaba en que había pasado, "mi mente me tiende una trampa" pensaba.
Di un paso, y ahí estaba, mi familia, saludando a Erick y diciendo cuanto nos extrañaban, me acerco a saludar, cuando mi vista se dirige a la mesa de la sala, y ahí estaba, el hombre cabeza de chivo, en la portada de un libro, ahí se paró mi mundo, "tuve un Dejá Vu".

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