un nuevo comienzo

capítulo 8

Maria: Pero mi amor Esteban es tu padre Y eso aunque tú quieras no lo puedes cambiar

Atenea: no mamá ese hombre no es mi padre Mi padre es aquel hombre que está al lado de esta habitación ese hombre que me ha criado durante 14 años no un hombre que abandona un hombre que te abandonó a ti

Maria: Y tú mi amor qué piensas de él de Esteban -volteando a ver a luna-

Luna: a mí me cayó muy bien Y sí me gustaría relacionarme con él al fin y al cabo Él es mi padre

Después de que Luna dijo esto atenea la voltea haber con cara sorprendida porque nunca le había practicado de lo que ella quería o sentía

Maria: eso me pareció muy bueno mi amor Si quieres mañana te puedo llevar con él para que lo conozcas mejor y a tus hermanos también y así puedo estar un poco con ellos

Atenea: yo no quiero ir mamá No quiero compartir tiempo con él

Maria: mi amor tienes que ir él es tu padre y vas a ir no estoy para tus berrinches, y Ya duérmanse porque ya es un poco tarde mañana en la mañana los llevaré a las empresas San Román también quiero empezar a trabajar ahí ya que tengo unas cuantas acciones de la empresa

Atenea se queda sorprendida por lo que su madre les había dicho sobre las acciones de las empresas San Román mientras unas se disponía a pararse de la cama para dirigirse a su habitación

Atenea: mama -asiendo que esta oltiase a mirarla- De dónde sacaste las acciones que tienes de las empresas San Romá? -Preguntó muy intrigada -

María: me las entregó tu padre en nuestro primer aniversario de bodas

la  joven al escuchar eso giro los ojos y se recosto en su cama mientras las otras dos se hivban a sus respectivas habitaciones pero en el trallecto de maria hacia su habitacion se topo con Luciona 

luciano: como te fue en la dichosa cena 

María:como cres que me pudo haber ido me fue masomenos lo unico bueno fue aver podido ver a mis hijos -sus ojos comensaron  a umedeserce - son enormes ya no son esos pequeñitos que un dia me arrebataron.

- no maria no llores y dime como te terato el patan de Esteban San Roman -diciendo este ultimo nombre con desagrado-

No me pudo decir nada pero se sorprendió mucho al verme no  me insulto ni nada ni siquiera pregunto por Luna Y atenea pareciera que no les importará lo odio tanto tanto, lo odio lo dio como un  día lo amé

Ya comenzó a derramar unas cuantas lágrimas que corrían por sus mejillas ver esto Luciano se acercó mucho más a ella quedando muy cercas de su rostro y con su mano quitó las pocas lágrimas que habían caído sobre el rostro de María y la besó sin más la beso fue un beso tierno Dulce no apasionado era muy distinto Mariano se resistió mucho pero sin que nadie se diera cuenta alguien los observaba allí nos observaba feliz