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En una isla lejana de berk, donde los dragones convivían en paz, los cachorros jugaban y se escuchaban las risas de sus padres que sonreían mientras hablaban.

Los Furia Nocturnas y Furia Luminosa eran las especies de dragones más fuertes en toda la isla, por lo tanto eran las que más apoyaban en la adversidad.

En la cima de una montaña yacía un huevo que era custodiado por dos dragones.
-Oh, Hyone espero que pronto nazca el bebé- decía el furia nocturna de ojos azules.

-Kazh, porfavor no lo apresures, va a ser un dragon ágil y audaz, un gran defensor de la isla.- contesto la furia luminosa de ojos negros con millones de destellos blancos que parecía iluminaban todo a su alrededor.

Un rugido les llamo la atención, parecía otra riña por comida.

La pareja a regañadientes tuvieron que dejar la cueva donde estaba recluido el huevo.

-¿Que sucede? - Dijo Kazh aproximándose.

-¡Ha robado mi comida!- Grito un dragon.
-¡Tengo crías y a mi familia no le ha llegado nada de la ración semanal!- Grito enojada la otra dragona.

-Calma, se que las raciones han bajado por la llegada del invierno, pero no podemos matarnos, ambos serán recompensados por lo pasado y se tendrá doble ración para las crías...- dijo con seriedad el furia nocturna quien ya estaba cansado de estas peleas entre dragones, principalmente ocurridas en invierno.

Cuando el dragon comenzó a hablar todos se acercaron, el era el encargado de la mayoría de las cosas que pasaban dentro y fuera de la isla, así que todos le miraban con respeto.

-Gracias Kazh - replicaron ambos dragones que estaban involucrados en la riña antes de volver a sus nidos y así empezarse a dispersar el lugar quedando las dos furias a solas.

-Hyone, ya no se que hacer... Estoy cansado- dijo el dragon soltando un suspiro, su pareja colocando su pata en su rostro contesto- todo va estar bien cariño- Sonrio suavemente.

-¡Kazh, Hyone ! - Grito una muerte roja acercándose volando con dificultad con respiración agitada- el... Cachorro...- decía entre suspiros.
-¿Que sucede?- preguntaron las furias preocupadas.
-Nacio- pudo decir al fin la muerte roja antes de desmayarse.

La pareja voló a su nido viendo como el huevo se agrietaba hasta finalmente salir una dragona de color blanco con manchas violeta oscuro bajo sus ojos a modo de lágrimas y la punta de su cola de colores entre azul y morado, sus ojos eran azules con millones de destellos, pero, algo no estaba bien en ella, era mucho más pequeña que las demás crías se veía débil e indefensa.

Hyone se acercó a su cría cubriéndola con sus alas dándole calor, estaba feliz, pero preocupada por su tamaño y lo que esto le podría provocar.

-E-ella es...-comenzó Kazh.

-Sabíamos lo que podía pasar al nacer durante esta temporada...-Terminó la furia luminosa viendo a la pequeña.

No paso mucho para que llegarán todos los demás dragones a ver a la pequeña.

-¡felicitaciones! Supimos que acaban de tener una hermosa bebé- decía con entusiasmo un Muerte Susurrante acercándose a la pequeña - ¿podemos verla?.

-Claro- Sonrio con suavidad la furia luminosa empujando con su ala a la cría que con pasos lentos y temblorosos se acercaba a los demás, para, como decirlo... Ser agobiada por todos los dragones y sus críticas y a la vez halagos.

-Mamá, ¿por qué es tan pequeña?

-Tal vez sus padres no cuidaron bien su huevo durante su encuvacion, hijo- se atrevió a contestar una de las dragones mirando con desdén a la pequeña, antes de abrir sus alas e irse junto a su cría.

Entre Alas [Como entrenar a tu dragon: chimuelo y tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora