Capítulo tres: Play Start

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— ¡Date prisa, Ayano! Que quiero llegar pronto a mi casa.

Me apresuré a cambiarme las zapatillas y salí de la institución. Ese día, por fin llegó el tan ansiado momento. Siendo las 3:30 de la tarde, aún me quedaba tiempo suficiente para poner mi plan en marcha.

— Nos vemos, Osano.

— Sí, como sea. ¡Que ni se te ocurra olvidarte de hacer los deberes! No pienso pasártelos otra vez.

— Yo igual te quiero. Adiós.

Cerré la puerta tras entrar. Había escuchado esa frase en cientos de películas y, además, varios de mis compañeros solían usarla de vez en cuando. Aprendí que ponerla en práctica en el momento justo solía relajar un ambiente tenso, o algo así.

— ¿Vas a salir, cariño?

Mi padre me sonrió al bajar hacia el comedor. Pasó junto a mi y me acarició el cabello, su cabellera platinada estaba toda revuelta. Seguramente pasó toda la tarde durmiendo, después de todo, era su día libre.

— ¿Eh? Sí papá. Saldré con unos amigos.

Que me mostrara una sonrisa tan radiante provocó que sintiera cierto malestar ¿A esto se le llama culpa? Antes de conocer a sempai, jamás la había sentido...

— Cuídate y diviértete ¿Necesitas dinero?

— No te preocupes, tengo algo guardado.

Tomé el bolso oculto bajo mi cama y, tras cambiarme, me escabullí sin que mi padre lo notara. Tuve extremo cuidado al volver al colegio. Llevando la mochila a cuestas, ingresé una nota en el locker de esa zorra y me dirigí hacia al baño del tercer piso. Nadie entra ahí, muchas juran evitarlo debido a la presencia de un fantasma.

"Su nombre es Osana Najimi. Va en el mismo curso y salón que mi sempai. Ha sido su amiga desde la infancia... ¡Agh! Ahora ya no puedo ni recordar a Osano sin asimilarlo a esa tipa"

Las cosas que necesitaría quedaron esparcidas por todo el suelo del baño. Gracias al rumor de Phantom Girl, ninguna chica se atrevía a poner un pie ahí. Ni siquiera Oka Ruto, la líder del club de ocultismo.

.

.

— ¿Qué se supone que es esto?

Al termino de sus clases, cierta chica de cabello naranja descubrió una nota en su locker. Aquel papel terminaba citándola en la azotea dentro de tres horas. Serían las 9 y, como ha de suponer, de noche.

— Como si fuera a asistir

Iba a cerrar su casillero y depositar en la papelera más cercana aquel trozo de papel, sin embargo, dio un respingo al sentir su celular vibrar. Con desconfianza, desbloqueó su móvil y tuvo que retener un chillido de pánico.

"Si no deseas que esto termine en la mercancía de Info-chan, te sugiero que seas puntual"

Ver su ropa interior blanca ser exhibida en aquella foto logró quitarle todo el color del rostro. Cubrió la pequeña pantalla con ambas manos, con un terror interno a que alguien más lo viese.

— ¿Te sucede algo, Osana? Te ves pálida.

— ¿Q-Qué cosas dices? ¡No estoy pálida, tonto!

Su voz le traicionó con aquel nerviosismo.

— No tienes porque gritarme ¿Qué hice esta vez?

— Nada... ¡No hiciste nada!

— ¿Y por eso me gritas? Osana...

Enfermizo amor [Taro x Ayano] [Yandere Simulator]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora