Capitulo 8

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Principalmente, ninguno de los dos supimos cómo narices empezar a buscar a la Dragonslayer. Encontrar a una persona así como así, sin ningún dato, no era nada sencillo. 

-Sígueme. –el chico con el que me había aliado me sacó de mis pensamientos. – Necesitamos ayuda y sé dónde conseguirla.

El joven me invitó a entrar a su gremio. La verdad, es que nunca había entrado al grandísimo y conocido gremio de Fairy Tail. Básicamente porque casi siempre estaba en la barra del bar de Lyon Tusk. El lugar era enorme y bastante espacioso. Había bastantes personas comiendo, pasando el rato. De hecho se podría decir que eran de todas las edades. Sonaba música, era muy cómodo. Después de todo muchos integrantes de nuestro gremio venían aquí como los suyos venían al nuestro. Observé que a todos se les podía ver perfectamente el símbolo de su gremio, y yo, sacando mi orgullo de León, me subí la camiseta que llevaba hasta un poco más abajo del esternón e hice un nudo al lado. De esta forma se veía mi ombligo, pero lo más importante, el símbolo de mi gremio que descansaba en la parte baja de mi espalda, cerca a mi cadera izquierda. Aquel día llevaba una camiseta añil de manga larga amplia, unos vaqueros cortos por la mitad de mis muslos y mis características cortas botas negras. Tampoco es que fuera resaltando mucho.Algunos magos del gremio me miraron de más pero me ceñí únicamente al chico peli-rosa que perseguía. El chaval se paró delante de una chica que parecía bastante borracha. 

-Naaaaaaaaaaaatsu. –la chica le pasó un brazo por el hombro bruscamente y se acercó a su oído. - ¿Sabes qué? Te voy a decir un secreto. – intentó susurrar pero con el pedo que llevaba encima me parecía que la oirían hasta en mi gremio. – Las barreras son para niños pequeños. 
Natsu soltó un suspiro, y asintió con la cabeza sentando a la chica. A ver si podía llevársela a su terreno, y dejar de decir cosas sin sentido.

- Cana. –el chico intentó razonar con ella muy inútilmente. – Necesitamos tu ayuda, ¿podrías echarnos las cartas?

La chica sólo balbuceaba y me cansé de esperar. Cogí el vaso más próximo a mí y se lo eché encima. El mago se asustó y la chica se paralizó. Menos mal, que lo que el vaso contenía era agua. Ambos dirigieron la mirada hacia a mí, aunque cada uno a su manera.

- No sabía que ayudabas leones, Natsu. – mencionó con cierto desprecio.

Impresionante. Una ducha y ya estaba sobria. Se notaba que era una borracha ejemplar. El chico se molestó un poco, pero yo me adelanté a él.

- No estamos para peleas, hada. Nos encontramos más solicitados de lo que crees. 

Me crucé de brazos ante ella y dejé caer mi peso en una pierna. A decir verdad nuestros gremios al ser tan próximos tenían cierta rivalidad. Aunque nos lleváramos muy bien juntos, en ocasiones había cierto rencor entre gente de distintos gremios. Aunque nuestro lema era el mismo, “Dañas a mi familia y no sales con vida.” siempre había cierta tensión. Ni mencionar que las parejas entre integrantes provenientes de diferentes gremios estaban terminalmente prohibidas. 

-¿Por qué no te vas a maullar a otra parte? – dijo ella adelantándose.

- ¿Ah? ¿Quieres que destroce tus preciosas alas? – alcé un brazo dispuesta a atacarla y dejarla inconsciente de un solo golpe, pero Natsu me paró. 

Maldito idiota.

- Cana, por favor. – el muchacho la miró seriamente, con un poco de desesperación en sus ojos.  – Estamos buscando a alguien y vendría bien que nos echaras las cartas.

La maga se resignó, y bufó enfadada. Me abstuve de hacer algún comentario ingenioso, no fuera a cambiar de opinión y dejarnos tirados. Pero no faltó una sonrisa sarcástica en mi boca, dado que después de resistirse iba a ayudarnos. Ella se sentó delante de una mesa y nosotros en frente. Supuse que comprendió la gravedad de la situación. Echó las cartas y utilizó su magia ante ellas. Tardó un rato pero acabó sacando tres cartas del gran montón que tenía.

- La persona que buscáis, - la morena cogió la primera de las tres mostrándola. – también está metida en una búsqueda. – Cambió de carta agarrando las otras dos. – Tiene que ver con un lago y el agua. 

La chica comenzó a recoger las cosas de la mesa y a mí se me iluminó la cara. 

- Sé donde está. – miré a mi compañero que me miraba interrogante. – Hay rumores sobre una sirena, en lago cercano aquí. Dicen que te puede dar todas las respuestas que quieres. Seguro que ha ido a preguntarle por Silver...digo...su dragón. 

Sin querer había mencionado a mi padre. Gran fallo. Al menos nadie le dio importancia.

- Pero dicen que es un mito. – Cana se volvió a meter en nuestra conversación. 

Esta vez fue Natsu el que rechistó.

- Los dragones también.

Después de este comentario la joven se alejó de nosotros deseándonos suerte.

- Tranquilo, llama. – me dirigí a él, que estaba un poco enfadado, aunque no quisiera. 

– Yo conozco a la sirena. No le gustan mucho los humanos, pero como la ayudé anteriormente supongo que podré llamarla en el peor de los casos.

Los tres salimos del gremio y nos pusimos en camino hasta el bosque. Hablamos durante el viaje, incluso paramos para comer; ninguno de nosotros habíamos almorzado. Aquel gato flotante que no se separaba de Natsu no paraba de hacer chistes malos e intentar picarme. Al final, iban a caerme bien y todo estas dos hadas. Comenzó a oscurecer cuando visualizamos el enorme lago de agua cristalina.En el pudimos ver una extraña chica y un exceed acompañándola. 

Lion Tusk (Fanfic de fairy tail)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora