"Al día siguiente me tocaba a mí abrir el local, por lo que a penas dormí esa noche. El despertador no sonó, pues siempre procuro despertarme antes para evitar ese ruido estridente. Esa mañana me desperté a las 5:58, me di una ducha rápida y tomé para desayunar un café sólo. Así me gusta el café: amargo.
Salí de casa a las 6:33 de la mañana, tres minutos más tarde de lo habitual. Llegué al local y me puse el polo de trabajo negro. Es un polo estrecho con un logo del local sobre el pecho izquierdo y por detrás el horario de apertura. A las 6:45 las mesas ya estaban colocadas y el café abierto. Algunos de los clientes habituales llegaban a su hora, unos más tarde y otros incluso antes de lo normal, a excepción de Jesse. ¿Que quién es Jesse? Pues Jesse es algo así como mi mejor amigo, es moreno, alto y encantador. Es ese tipo de persona al que no le cuesta ser amable con nadie; es auténtico, aunque un poco friki y cotilla. Llegó algo tarde, alrededor de las siete
Jesse: ¡BECAAAW!
Beca: Hola Jesse. ¿Lo de siempre?
Jesse: Claro bella. Hoy tengo mazo prisa no podré quedarme a charlar como siempre.
Beca: ¿Y eso? ¿Algo que tengas que contarme?
Jesse: ¿Y tú?
Beca: Yo he preguntado antes. (Risas).
Jesse: No seas infantil.
Beca: (Le tiende su vaso). Toma, idiota.
Jesse: ¿Así tratas a tus clientes? (Se hace el ofendido con la mano al pecho).
Beca: No, sólo a ti.
Jesse: Me siento especial, mi dama.
Beca: Adiós Jesse.
Jesse: Adiós bollito.
Beca: Que te den.
Jesse: Yo también te quiero, que tengas un buen día.Eso fue lo que hablé aquel día con Jesse. En cuanto le di el café se marchó no sé a dónde.
Y ese día no fue mucho más productivo. Después de comer vino Stacie y yo subí a casa, a descansar. El haber estado hasta tarde hablando con la pelirroja me estaba pasando factura por lo que decidí irme a dormir antes de volver al trabajo y cerrar el local como todas las noches. Durante el poco tiempo que tardé en llegar a casa recuerdo haber estado pensando que quizás no estaría mal renovar un poco el café. No sé, tal vez podríamos hacer un hueco y buscar gente que estuviese interesada en hacer pequeñas actuaciones; establecer pequeños cambios pero sin perder la esencia.En realidad era pronto, algo así como la una de la tarde cuando me reemplazó Stacie. Ese día subí a casa, me cambié de ropa y decidí darme un capricho. Tenía ganas de comerme una hamburguesa con queso y patatas, así que fui a mi hamburguesería favorita. Me puse los cascos y 10 minutos después llegué a mi destino. Fue raro. Fue la primera vez en toda mi vida en la que no hice caso a las canciones que sonaban a través de mis auriculares, sólo era capaz de observar las calles y a la gente. Chloe tenía razón. Es relajante ver cómo la gente, abrigada hasta las cejas, pasea con una gran sonrisa en la cara, o los niños disfrutando de la nieve como si fuera la primera vez que la ven.
El local tenía color marrón y sillas de madera. Cuadros abstractos y otros no tanto, motos y chapas de iconos feministas. Un ambiente parecido al antiguo oeste. Realmente acogedor. Me atendió un joven de piel oscura, alto, con tatuajes y unos piercings en las orejas. En eso nos parecíamos, ambos llevábamos esas "monstruosidades" que al parecer están pasadas de moda. Pude ver de cerca uno de sus tatuajes situado en la mano: una máscara. Cualquiera que lo viese no le prestaría mucha atención, es simple y habitual, pero en ese momento me pareció hermoso. Creo que cada uno se tatúa algo significativo para él. Recuerdo también ponerme a pensar qué podría significar: tal vez reflejaba la cara oculta de las cosas, la parte de nosotros que intentamos ocultar al mundo, quizás por miedo o puede que por supervivencia; o tal vez no tiene ningún significado. No lo sé.
La comida fue rápida, el sueño me impidió terminar las patatas; rellené el vaso de Cocacola zero y salí del local ambientado en una antigua película americana. Volví a colocarme los cascos concentrándome esta vez en la música que emanaba de ellos. Estuve pensando en lo increíble que es escuchar un audio con los auriculares, es decir, me refiero a cuantísimo cambia el sonido de escucharlo sólo para ti a ponerlo en una radio. La voz de La Roux sonaba mucho más pronunciada, sus palabras quedaban bien remarcadas y, pensé que sería una gran canción con la que hacer un remix.
Chloe: ¡Hola!
Beca: Hey pelirroja me has asustado.
Chloe: Perdón.
Beca: ¿Por qué siempre que coincido contigo te la pasas pidiéndome disculpas? (Risas).
Chloe: No lo sé. (Risas).
Beca: Está bien eso. (Sonrisa). ¿Qué haces por aquí?
Chloe: Me han despedido.
Beca: Vaya, lo siento. Qué putada.
Chloe: Esto de decirnos lo siento va a acabar siendo una costumbre entre nosotras. (Risas). No te preocupes, de todas formas era una mierda de trabajo.
Beca: ¿Dónde trabajabas?
Chloe: En una discográfica, tres calles más abajo. Estaba poniendo cafés, reponiendo el papel higiénico del servicio, comprando la comida y ordenando el papeleo del jefe cuando lo que quería era poder cantar.
Beca: ¿Entonces lo has dejado?
Chloe: No, me pillaron colándome en la sala de producción y me echaron. (Risas). Fue gracioso, creo que han sido los 10 minutos mejor invertidos de mi vida.
Beca: O sea que de verdad cantas.
Chloe: Claro.
Beca: Pensé que lo dijiste para impresionar o algo así.
Chloe: ¿Y... te impresioné?Chloe se había acercado más a mí y pude notar el aroma a coco que desprendía su pelo rojizo. Desde mi perspectiva se podían apreciar unos destellos dorados en su cabello y hubo un momento en el que la luz le dio en la cara, reflejándose en sus ojos. Y esque ella era arte, Chloe es arte.
Mis manos tomaron vida propia y acariciaron su mejilla.Beca: Desde que entraste por la puerta del café.
La vi sonrojarse y bajar la mirada. Sus dedos estrechos pintados con rojo se enredaban entre ellos y su sonrisa se abría paso cada vez más en su rostro.
Beca: No quería... Hacerte sentir incómoda, yo...
Chloe: ¿Puedo verte esta noche?
Beca: Tengo que trabajar.
Chloe: Oh, sí, claro, perdona.
Beca: Aunque si te apetece hacerme compañía mientras cierro y luego quieres... No sé, tomar algo...
Chloe: Me encantaría.
Beca: ¿Qué te parece a la misma hora que pasaste ayer?
Chloe: Allí estaré.
Beca: Guay. ¿Hacia adónde vas?
Chloe: Hacia la derecha ¿y tú?
Beca: Te acompaño.Estuvimos unos minutos en silencio, disfrutando de la compañía de la otra o haciendo algún comentario incoherente que acababa en risas y roces innecesarios. Hacía mucho tiempo que no me sentía así de cómoda con alguien, la única persona que me hacía sentir así era mi madre. Era una sensación tan reconfortante que no quería que acabara nunca.
Chloe: ¿Qué estabas escuchando?
Beca: Pues estaba escuchando La Roux, pero ahora está sonando una de mis canciones. No está terminada y pensé que alomejor escuchándola encontraría algo de inspiración, ya sabes.
Chloe: ¿Cantas?
Beca: Produzco.
Chloe: ¿Puedo escucharla?
Beca: ¿No es ir muy rápido? (Risas).
Chloe: ¿En serio Beca? (Risas).
Beca: "Tendrás que ganartelo".
Chloe: "Lo haré"."
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La pelirroja del café.
FanfictionBeca es una joven morena de estatura media y ojos azul medianoche que se gana la vida con su cafetería y haciendo pequeñas aportaciones para alguna discográfica. Chloe es una mujer independiente cuyo sueño es dedicarse a la música y el cine.