Love You Like A Love Song | JohnMark

Like a Love Song

¿Alguna vez han visto algo tan hermoso que creen que no es de este mundo?

¿Algo tan perfecto que no merece estar en un mundo tan horrible como éste?

¿Alguien tan perfecto que no parece humano?

Eso exactamente era John Seo.

Con mandíbula fuerte, ojos grandes y hermosos, nariz perfecta, labios perfectos, cabello perfecto, todo perfecto... Su sola existencia era perfecta. Era el ser humano más hermoso que alguna vez había visto.

Por esa misma razón, amaba hacer dibujos de él. Plasmar su belleza total en un pedazo simple de papel era algo que hacía a diario, sin ningún remordimiento.

Siempre me sentaba en ese árbol del parque para admirar su belleza y poder dibujarlo. Había una banca cerca de ese árbol, donde Johnny se sentaba todos los días con un cuaderno y escribía varias cosas hasta que se aburría y se iba.

Johnny siempre fingía que no me veía, aunque yo estaba seguro de que levantaba su vista de vez en cuando para poder mirarme "sin que me diera cuenta". Sé que le gusto, aunque parece que es un poco tímido. Eso me hacía preguntarme si yo debía dar el primer paso y acercarme a él.

Me encontraba pensando en eso y levanté mi vista para poder mirarlo de nuevo y poder perfeccionar el dibujo de su nariz tan respingada y bella, pero me topé con la sorpresa que él ya me estaba viendo a mí.

Mi corazón de detuvo por unos segundos antes de comenzar a latir de nuevo, pero a una velocidad increíble. Por un segundo creí que se iba a salir de mi pecho.

Vi cómo sonreía tan hermosamente y levantaba su mano para saludarme. Con una sonrisa estúpida dibujada en mis labios, levanté mi mano para saludarlo de vuelta. Me disponía a levantarme y caminar en su dirección, pero vi que su mirada se desviaba sobre mi hombro, dándome a entender que no me estaba viendo a mí y, por ende, no me estaba saludando a mí.

Cuando volteé a ver a mi espalda, vi a un chico pálido, con cabello oscuro y escuálido caminar en su dirección. Lo miré fijamente mientras ese esqueleto con piernas caminaba en dirección a mi Johnny y lo saludaba alegremente.

Luego lo besó.

Sentí cómo mi estómago se revolvía al ver eso, y al ver que Johnny sonreía y aceptaba esos toqueteos tan asquerosos.

Él es mío... Johnny es mío y de nadie más. No podía dejar que un esqueleto como ese estuviese cerca de Johnny.

Tendría que hacer algo al respecto. Tenía que alejar a ese chico de Johnny antes que me lo arrebatara.

Por unos días abandoné mi lugar en ese hermoso árbol para poder averiguar un poco más de ese esqueleto andante de nariz respingada; quería saber todo sobre él para asegurarme que no fuese una amenaza para mi relación con Johnny.

Con mi cámara tomaba fotografías mientras lo veía saliendo de la misma casa donde Johnny vivía; a veces lo hacía solo, a veces salía junto a Johnny y regresaban juntos. No sé por qué ese chico pasaba tanto tiempo en la casa de Johnny, pero me molestaba. Ese chico estaba invadiendo su espacio personal y no lo dejaba en paz ni un solo segundo. Parecía que lo abrumaba mucho.

Luego de controlar todos sus movimientos, me atrevía a cercarme a ese chico y hablar con él.

El día que lo hice, fue un día que ambos salieron juntos de la casa, pero ese chico regresó solo. Lo seguí por el pequeño parque del vecindario, tratando de no perderlo de vista, ya que ya era de noche y podía perderse con mucha facilidad.