2. Run, baby, run

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Inspira, expira, inspira, expira, inspira, expira… ¿Estas preparado, Kit? No, no lo estas, ¡Corre antes de que sea demasiado tarde, subnormal! ¡Abre la puerta del coche y tírate a la carretera, aun estas a tiempo! Con un poco de suerte, cosa que no tengo, igual no me rompo las dos piernas y puedo seguir andando en bici… a no, que no se montar. ¡Tírate ya, coño!

—¿Qué pasa? ¿Algún tío bueno al otro lado de la ventana? —le dirigí una mirada para nada simpática a Ming, para no meterle una hostia.

—Pues igual si, ¿Por qué? ¿También a este te le vas a tirar encima delante de cientos de personas, dejándome en ridículo, y humillándome como esta noche?

—Ya te dije que lo siento, ¿Qué mas quieres que haga?

—Callarte, tal vez…

—¡Venga, Kit! Los dos sabemos que él único tío que te mola soy yo…—

—Si tanto me molas, ¿Por qué te mando tanto a la mierda?

—Eres un orgulloso. En realidad, estas loco por mi. —bufe. Seria creído de mierda, prepotente, idiota y… y… ¡lo peor de todo es que tenia razón! Y no entendía porque… Ming era un imbécil, de la clase de tíos que odiaba desde que era consiente pero, por casualidades de la vida, debía admitir que me gustaba.

—¡No!—me hundí en el asiento en cuanto divise la universidad a escasos segundos y estuve apunto de abrir la puerta del copiloto y tirarme, a punto, pero en el ultimo momento, note como Ming empezaba a ir mas despacio y me agarraba del brazo, evitando mi huida.

—Quiero una respuesta.

—¿Respuesta? ¿Respuesta a que? —observe conteniendo el aliento como entraba en el aparcamiento del edificio y, suavemente, se deslizo en uno de los que hablan libres. Las ventanas estaban tintadas y nadie nos veía desde afuera, pero eso no aumentaba el que me encogiera, nervioso, y que en ese momento, Ming me inclinara sobre mi como si fuera a comerme, tragarme, mirándome con tanta seriedad, que no ayudaba.

—¿Vas a ser mi novio, si o no? —trague saliva, visiblemente nervioso y ruborizado. Sentía el corazón como si fuera a salirse de mi cuerpo, como si estuviera envuelto en una nube de vapor cálido y acogedor que me ponía el vello de punta al ver como me miraba. ¡Bum, bum! ¡Bum, bum! ¡Bum, bum! Mi cabeza acabo pegada a la ventana, intentando apartarme de él, sin apartar la mirada de sus labios, que cada vez estaban cerca.

—¿Todavía sigues con eso?

—Te gusto.

—No es cierto.

—Anda, reconócelo. —su mano se poso peligrosamente sobre mi pierna mientras veía como su cara se acercaba mas a la mía. Casi sin darme cuenta, mi cuerpo empezó a descender hacia abajo, intentando evitar el acercamiento hasta que llego el momento en el que Ming casi se situó sobre mi, desnudándome con la mirada, con las manos en mis piernas, separándolas poco a poco. —Y yo reconoceré que tu me encantas.  —pestañe un par de veces desconcertado. ¿Cómo? Eso… eso yo no lo sabia. Es decir, ¿Qué mierda?

—E-Estas borracho. —tartamudee, como un idiota, notando la saliva escurrirse hasta mi barbilla.

—Tal vez, pero aun si estuviera sobrio, no evitaría que quisiera hacer esto.

Y me beso.

—Ahh…—no gemí, mas bien fue un agudo soplido de flipado total al notar como me rozaba los labios, desprevenido, y los mantenía ahí pegados, en movimiento. Me temblaron las rodillas y entrecerré los ojos, sintiendo un cosquilleo que me erizo la piel por como actuaba; experto, seguro, ansioso. Como si fuera un juguete con el que estaba deseando jugar hasta hartarse de él. Le empuje bruscamente lejos de mi para evitar que siguiera besándome, pero él me apretó con mas esfuerza, inclusive así esquivando la hostia que le iba a dar, agarrando mi mano en un rápido movimiento.

Gemí contra su boca sintiendo la presión por como me recorría la boca de arriba a bajo, esta vez con su lengua dentro de mi boca, mezclando los sabores de alcohol y lujuria en una sola. Me soltó la mano, aprovechando el movimiento para posarla ahora junto a mi cintura, bajo mi espalda, y de un rápido soplido, alzando mi cuerpo y llevándome con el hasta sentarme sobre sus piernas, justo en su asiento, provocando que ahora tenga mis manos rodeando su cuello del impacto. Poso sus manos dentro de la remera, y empezó a moverlas, incitando a que abriera la boca e inconscientemente le siguiera el beso. ¿Qué pretendía? Sus labios se curvaron en los mas parecido a una sonrisa. Que estúpido era joder, y como me gustaba.

—Se mi novio…—susurro, mientras se separaba de mis labios y colocaba su frente en la mía. Mi cara se descompuso por completo. —Por favor... —insistió.

Mis mejillas se pintaron de un color carmesí, mientras sentía como su respiración chocaba contra mi boca. De solo imaginar lo estúpido que me podía ver, con las mejillas ruborizadas y el cabello desordenado, me hacia preguntarme el por que el moon de la universidad quería estar conmigo.

—Y-Yo…—abrí la boca para hablar, notándose así el nerviosismo que cargaba mi cuerpo hasta por fin escupirlo. Vacile con las palabras, sin saber que responder, era como si mi mundo estuviera en llamas y el fuera el único en poder salvarme. Trague saliva y cuando finalmente abrí mi boca para hablar, de repente, alguien toca en mi ventana.

—¿Kit… Eres tu?

Es Hear Kieng, mi hermano mayor

goodnight n go→MingKit |au|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora