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—Llévate mi bici —le dijo Alex inmediatamente. Christian se quedó paralizado por un momento; estaba totalmente desorientado y preocupado—; ¡rápido! —gritó sacándolo de su shock.
Se puso el casco y subió rápidamente a la bicicleta; cientos de emociones llegaron a él mientras iba conduciendo.
¿Por qué le había dicho eso a Alex?
¿Por qué estaba Nicole allí?
Todas las memorias que vinieron cuando la besó llegaron de vuelta; últimamente eso no dejaba de pasar, el que llegaran los recuerdos de momento mientras se encontraba en una situación difícil.
«¿Por qué le dije eso a Alex?» Volvió a repetirse en su mente. Apresuró la velocidad con la que pedaleaba y pudo ver por fin la silueta de Nicole. No entendía cómo podía ir concentrado en el camino, si su mente estaba em cualquier parte.
Algo que tampoco podía comprender Nicole, quién estaba más confundida que Christian. En medio de un viaje en bicicleta ella se encontraba intentando comprender qué sentía por quién.
Por una parte estaba Alex, desde que iniciaron las clases había estado enamorada de él. Se conocían desde niños; siempre que necesitaba de alguien era al primero que llamara; confiaban el uno en el otro; la comunicación entre ellos nunca fue problema...
Y luego estaba Christian.
«Christian», pensó frunciendo el ceño.
Lo cierto es que Christian había estado siempre para ella; también lo conocía desde que era una niña; se comunicaban sin problema; y sabía que podía contar con él.
—¡Nicole! —gritó Christian a la distancia, haciendo que ella aumentara la velocidad.
Comenzó a analizar las palabras de Christian. De alguna forma tenía razón. Alex nunca la vió con otros ojos hasta que se puso un vestido y soltó su cabello; Christian, por otra parte, la ha protegido desde el momento en que la vió llorando por él.
—¡¡Nicole!!
La había hecho reír.
La había abrazado.
La había besado.
Nunca le mintió, no la hizo llorar; la protegió e incluso no siendo una pareja real, él la defendió de Linda, sin dejar de creer que era alguien débil. Había provocado tantas cosas en ella.
—¡¡¡Nicole!!!
Sus sentimientos se aclaraban cada vez más; y sentía que Christian ya estaba a menos de un metro de distancia detrás de ella.
—Detente, por favor.
Su noviazgo falso, su apoyo incondicional, la manera en que la defendía, sus abrazos, su beso.
Dejó de pedalear de momento, parando en seco, provocando que la bicicleta de Christian chocara con la suya, cayéndose de inmediato.
Se bajó del asiento y se acercó a él.
—Nicole, todo lo que me oíste decirle a Alex...
—Te ayudo —le interrumpió ofreciéndole la mano, la cual tomó rápido.
—Como te decía, todo lo que le estaba diciendo a Alex —ella sonrió, quitándose el caso—, yo sólo lo decía porque —Nicole tomó la camisa de Christian y lo atrajo hacia ella, besándolo instantáneamente.
—Sí —dijo de repente Nicole.
—¿Qué? —Christian frunció el ceño.
—Sí me mereces —rascó su cabeza—, ¿yo te merezco, Christian?
Christian sonrió y volvió a besarla. Ya no necesitaba oír explicaciones o hablar, ya habían hablado lo suficiente; y sin pensarlo, su falsa relación para alejar a Linda se volvió más verosímil de lo que pensaban. Se había vuelto real.
¡Hola! En verdad, gracias a todos los que siguieron esta historia. No esperaba alargarla tanto, pero no me fue fácil actualizar teniendo tantos trabajos. Agradezco a todas las que fueron pacientes y se quedaron, y ya que este es el final (bueno el epílogo), deja tu estrella y tu comentario. ¡Gracias Totales!