Parecía un día como cualquier otro en la aparente tranquila ciudad de Yokohama, todos salían hacia sus respectivos trabajos o en el caso de los estudiantes a sus colegios, no parecía nada fuera de lo normal.
Sin embargo eso no era así para cierto pelinegro que había esperado ese día con ansias, porque pese a todo lo que los demás pensaran ese día no era común y corriente, ese día era el cumpleaños de su querido/no tan querido Dazai-san.
¿Pero por qué estaba tan entusiasmado?
Todo se debía a lo comunicado en una reunión semanas atrás, entre la Port Mafia y la Agencia Armada de Detectives, donde en acuerdo mutuo decidieron dar lugar a una fiesta sorpresa al castaño, en forma de agradecimiento tras lo acontecido en la disputa de la Mafia y la ADA por culpa de Fyodor y sus hombres.
Y a pesar de que no todos estaban de acuerdo en realizar dicha celebración, principalmente un pelirrojo que no paró de quejarse al respecto mientras los demás se ponían de acuerdo para llevar acabo una fiesta impecable.
A todos se les fue encargando distintos tipos de tareas, desde cosas para la decoración como globos, confetis, sombreros, hasta el pastel y golosinas para todos.
Sin embargo eso fue pasado a segundo plano en la mente del pelinegro que solo podía pensar que obsequiarle a su antiguo superior, después de tantos años debía de demostrar que él conocía mejor que nadie los deseos del castaño. Se había planteado darle el mejor regalo, no se dejaría superar por nadie, mucho menos por el nuevo subordinado del castaño, su regalo sería mil veces mejor que el del albino en todos los sentidos.
Y así emprendió la tarea de buscar el mejor regalo para Dazai.
No debería ser una tarea difícil, él era un mafioso después de todo, tenía ingresos y contactos para poder comprar el regalo más ostentoso y caro de todos, dejando humillado cualquier regalo que el peliblanco pudiera conseguir.Pese a eso, no se le ocurría nada que lograra sorprender al antiguo mafioso.
¿Vendas extra suaves de larga duración?
¿Una soga de mil hilos tejida a mano?
¿El veneno más efectivo de todos?
¿Un lago privado para ahogarse?
Los días pasaban y él no lograba conseguir su anhelado regalo perfecto, cada vez estaba más cerca la fecha, los preparativos casi estaban listos.
La mafia se encargaría de proporcionar el lugar para llevar a cabo la celebración, algo sencillo si tenías en cuenta que la Port Mafia era dueña de los mejores casinos de la ciudad.
Un día antes del esperado día, Akutagawa había salido como todos los anteriores a recorrer todas las tiendas de la ciudad, esperando encontrar eso que tanto buscaba, pero nada.
Resignado decidió volver a los cuarteles de la Port Mafia, planeaba pedir una misión y así distraerse un rato y aclarar sus ideas, pero para su mala suerte al subir a la oficina del jefe, le comunicaron que éste había salido un rato.
Nuevamente se dirigió a los pasillos del gran edificio, para poder salir de este, sin embargo se encontró con su Jefe y el ejecutivo pelirrojo conversando sobre algo aparentemente importante, algo que le pareció extraño, si era un tema importante a tratar con el Jefe deberían haber ido a su oficina, dispuesto a irse, respetando la privacidad de este, se detiene al escuchar ese nombre.
No pienso ir a la fiesta del maldito Dazai— Contestaba molesto Chuuya, de brazos cruzados, tratando de no gritarle a su jefe. Sin saber que los escuchaba un atento pelinegro, esperanzado de poder escuchar algo que le sirva para el regalo del castaño.

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El mejor regalo para Dazai-san
FanficAkutagawa había esperado esa fecha hace tiempo, por fin le demostraría quien ere el mejor a Dazai, por fin derrotaría a Atsushi.