Prologo

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La primera vez que sucedió, hace ya varios milenios, una joven de la luna se encontró con un príncipe del sol mientras caminaba por la tierra.

En aquel tiempo, no había precedentes de ningún peligro, por lo que tanto de día como de noche, los habitantes del sol y la luna caminaban con tranquilidad entre los humanos que ni siquiera sospechaban el tipo de seres que los rodeaban.

Entonces, ambos jóvenes habían caído completamente por el otro, sin embargo, el príncipe no podía reclamarla sin sufrir, al menos, la pérdida de su herencia de sangre. Por ello, durante años, cada atardecer ellos se encontraban en el mismo lugar frente al mar, donde pasaban la noche completa hasta que los débiles rayos del nuevo día los alertaba de separarse.

Y por años, con solo aquello, todo estuvo bien.

Pero entonces, ellos se amaban lo suficiente como para decidir una vida juntos, sin importar las consecuencias que aquella unión pudiera traer.

La primera vez que sus cuerpos se unieron en uno solo, el oculto poder de la joven despertó.

La segunda vez, su poder aumento.

Y la tercera, ella enloqueció.

El poder había consumido por completo la cordura de la joven, llevándola a la locura hasta el punto en que ella misma acabo con la vida de su príncipe en un arrebato de locura. Y cuando la poca cordura que quedaba en ella despertó y vio lo que había hecho, ella quiso acabar con su vida también, pero aquel extremo poder era ahora dueño de su cuerpo y éste se encapsuló en el vientre de la joven, sobreviviendo cuando ella murió bajo su propia mano.

Las siguientes veces que la sangre del sol se mezcló con la de la luna, los resultados no fueron diferentes.

Los gobernantes del sol fueron los primeros en descubrir aquello, y deliberadamente se encargaron de hacer desaparecer toda la evidencia, incluyendo aquella capsula de poder que sobrevivía.

Declararon la regla de quienes caminarían durante la noche y quienes durante el día, sin embargo, la regla más importante que nunca más permitieron que se rompa, era la de nunca mezclar la sangre.

Y ante un público sumido en la ignorancia, la pena de muerte por romper aquella regla era suficiente para que nadie quisiera siquiera intentarlo.

Nunca nadie supo la verdad.

Nunca nadie supo que en lo que se transformaba aquella capsula de poder que sobrevivía era un bebé, el cual crecía igual que cualquier otro ser, y el cual era asesinado al instante por los seres del sol que lo encontraran.

A diferencia de los seres humanos, cuando un ser de la luna o del sol moría, éstos se desintegraban por completo, por lo que del primer hecho no se supo hasta que años más tarde, aquella capsula de poder que había sobrevivido, se había convertido en una persona de carne y hueso.

Él tenía los recuerdos de sus padres, la joven de la luna y el príncipe del sol, sin embargo nadie podía creer lo que él decía, y pronto tuvo la edad suficiente para ser internado en una clínica psiquiátrica, de donde nunca se le permitió salir de nuevo.

Nunca nadie supo, que el único bebe del que los seres del sol no se encargaron, era la última esperanza para la humanidad.

Con el tiempo, las estrellas se fueron extinguiendo, una a una, cada vez que un ser del sol o de la luna fallecía. Y por alguna razón, nunca un nuevo ser nació.

Outsiders: Between my mind and your fantasies[SooKai]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora