Capítulo 2

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La primera orden que se tuvo que cumplir fue el aislamiento de JongIn, su compañero de cuarto fue llevado a otra habitación para que JongIn tuviera la más mínima oportunidad de hacerle daño, yo sabía que era algo exagerado, pero era mejor prevenir que luego lamentarlo.

Así que al día siguiente, durante nuestra sesión diaria, me tuve que aguantar sus malas miradas.

-De verdad crees que soy peligroso?

-Quien ha dicho eso?

-Mmm...los chismes viajan bastante rápido por aquí

-En serio? Entonces cuéntame de esos chismes que yo no he escuchado

-Soy un maldito sociópata, soy peligroso así que alejaron a Sehun de mi habitación para que no le hiciera daño mientras dormía

Eso es lo que dicen?

-No es eso lo que escribiste en la orden que hizo que cambiaran a Sehun de habitación y me tomaran miles de muestras de sangre?

-Obviamente no usé la palabra "maldito"-Me reí

-Oh, eso cambia mucho-Se rio también, luego nos quedamos en silencio por un largo minuto en el que me dediqué a tratar de descifrar en que estaba pensando él-Entonces, soy un sociópata-Sonrió de lado, volviendo a la realidad de nuevo, asentí-Y soy peligroso-Asentí de nuevo, su sonrisa se acentuó y se levantó de la camilla para caminar hacia donde yo estaba sentado-No deberías tu tenerme miedo entonces?-Se agachó para dejar su cabeza a la altura de la mía, él pretendía ser intimidante, probablemente él intentaba asustarme

-Así que, esto es lo que solías hacer con tus demás psiquiatras para que abandonaran tu caso? Por eso nadie había agregado a tu expediente nada sobre la sociópata

-Mmm...muy perceptivo doc.-Se burló, incorporándose y ahora caminando por el consultorio, inspeccionando los cachivaches que adornaban mi escritorio, no era algo verdaderamente nuevo, él siempre que se aburría se dedicaba a pasearse por ahí, criticando mis gustos en adornos de escritorio

-Que tienes ahí?-Pregunté de repente, con el ceño fruncido cuando lo vi rascarse por enésima vez el antebrazo, él no me miró y respondió vagamente, preguntando cualquier cosa sobre lo primero que estuvo más cerca de su vista en mi escritorio, pero como él mismo había dicho, yo era bastante perceptivo, y aquel intento de cambio de tema no sería suficiente como para burlar mi percepción

Me levanté de mi silla y caminé hasta él, tomando su brazo para remangar el poleron que llevaba y dejar descubierto su antebrazo, en el que una gran cortada iba desde la muñeca hasta donde se dobla el codo.

-No es nada, solo resbalé en el baño-Trató de retirar su brazo

-Estás haciéndote daño? No, alguien más lo hizo, quien?-Sabia que no podía ser él, no bajo ese ángulo y en ese brazo, dado que él era diestro-Cuando? Ayer? Hoy?

-Hoy...

-Quien?

-No importa...-Quiso alejar su brazo de mí, pero apliqué más fuerza, haciendo que arrugara un poco la cara

-Quien?

-No es importante

Y en el mes que llevaba tratándolo, había aprendido cuando dejar de intentar que me dijera algo, así que lo dejé pasar, pero hice una nota mental de mantener un ojo en él para descubrir quién lo había lastimado. Sin embargo, los días pasaron y él tenía más heridas cada día, heridas que escondía tan bien que ni siquiera yo las había notado hasta tres semanas después, cuando una profunda herida en el tobillo lo había delatado en cuanto entró a mi consultorio.

Outsiders: Between my mind and your fantasies[SooKai]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora