Cap 1

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Había una vez no hace mucho tiempo una familia se iba a mudar a una casa que heredaron por los padres de la Sra. Kim madre de la niña Hani de tan solo 10 años, pelo rubio y ojos verdes, ella tiene un hermano de 17 años llamado taehyung y su padre el sr. Kim, emocionados de mudarse hacia la casa que les heredo la abuela de Hani, ella era la adoración de la familia tanto de sus padres y su abuela entre otros, hay que admitir que su familia es de alta sociedad de hecho son conocidos en Corea del Sur, así que no se sorprendieron lo grande que es la casa que la abuela Kim había dejado, estacionaron el auto y bajaron para así poder entrar a la casa, vaya sí que era grande vieron que sus muebles ya estaban ahí así que todos iban acomodando las cosas como querían que estuvieran, Hani y su hermano ¨Tae¨ como ella solía llamarlo; iban viendo cual sería la habitación que ocuparían, el primero en encontrar una habitación de su gusto fue Tae, dejó su mochila en el piso de la habitación y fue con su hermana ayudarle a encontrar una habitación que a ella le agrade pasaron 5 min para que pudieran encontrar la habitación que le gustó a su hermana menor, entonces él y ella bajaron a la sala donde estarían las cosas de Hani comenzando a subirlas hacia la habitación de ella Tae llevaba las cosas pesadas y Hani las menos pesadas como mochilas, juguetes entre otras cosas que solo su hermano dejo que ella los cargue, una vez que terminaron Hani se ofreció en ayudar a su hermano para llevar sus cosas a la habitación de su hermano al principio él se negaba pero después de que su pequeña hermanita le hiciera caras tiernas termino accediendo, una vez terminado Hani y Tae se acostaron en la cama de Tae y empezaron a hablar.

-Tae, hay que jugar- propuso la menor

-¿A qué quieres jugar pequeña? - dijo mientras acariciaba el cabello de su hermanita

-mmm.... A las escondidas- dicho eso ella se levantó de la cama

-bien, tú te escondes mientras yo cuento ¿okey? - dijo Tae ella solo asintió y su hermano se puso a contar.

No sabía dónde esconderse busco y busco hasta que encontró unas escaleras, emocionada subió estas daban a un cuarto cerrada confundida fue hasta la puerta la intento abrir pero vio que estaba con llave, así que buscó la llave hasta que dio con ella, estaba colgada aun lado de una pintura algo vieja, Hani tomo la llave y se dispuso abrir la puerta al abrirla miró dentro de esa habitación, era nada más y nada menos que el ático de la casa, cuando iba a entrar se escuchó como Tae la llamaba eso quería decir que él terminó de contar así que lo más rápido que pudo se adentró al ático y cerró la puerta detrás del ático, observaba determinadamente el ático éste era grande, jamás pensó que tan grande sería un ático; pues en sus libros siempre decían que los áticos eran pequeños pero al ver éste cambió de parecer ella caminaba observando las cosas que habían allí, pero un ruido detrás hizo que parara de caminar, solo estaba parada, no quería voltear pues le daba un poquito de miedo ver que era lo que hizo aquel ruido, una idea o más bien una persona se vino a su mente pensó que Tae al fin la encontró ella quería dar la vuelta y ver que su hermano estaba ahí, estaba por hacerlo pero una voz desconocida hizo que ya no quisiese voltear.

-¿Quién eres? , ¿Qué es lo que estás haciendo en ésta casa?- dijo una voz de un hombre a sus espaldas, claro no era nadie de su familia así que con miedo permaneció dando la espalda a quien estuviese atrás de ella

-y....yo- Hani por el miedo empezó a tartamudear

- ¿¡Quién eres!?- aquella persona había alzado la voz, eso hizo que a Hani le diera escalofríos

-lo siento- dijo Hani con cierto temor

-no era mi intención entrar aquí, me tengo que ir- ella estaba yendo hacia la puerta para irse con su hermano, pero una mano se lo impidió

-¿A dónde crees que vas y porque no me miras cuando te hablo?- dijo aquel hombre agarrando con algo de fuerza el brazo de Hani

-lamento ser una molestia señor- dijo con miedo y alzando la mirada, la sorpresa fue para los dos.

Ella jamás pensó encontrarse con aquel hombre, era algo irreal pues ese hombre ¿era un ángel o un demonio? no sabía que hacer o decir, aquel hombre era solo un chico casi de la edad de su hermano pero lo que más curiosidad le daba eran aquellas alas que portaba aquel ser, eran de color negras eran grandes demasiado grandes, el chico estaba vestido de color negro como sus alas, era hermoso a la vista de cualquiera y de ella, simplemente se quedó en shock ver a ese chico en su casa era raro y más raro era que él estuviera en aquel ático.

Él pensó que jamás la vería la abuela Kim, jamás menciono algo como que ella llegaría a vivir en esa casa donde durante años el llegó a vivir ahí junto a la abuela Kim y ahí fue donde conoció a la pequeña Hani, claro nadie sabía de su estancia en aquella casa, pero simplemente verla de nuevo era un alivio a su corazón, ahora si podrá cumplir lo que le prometió a la abuela Kim hace algunos años cuando Hani era recién nacida, él cuidaría de ella hasta la muerte.

En ese momento él no se dio cuenta que le estaba sonriendo a Hani y que ella lo miraba sorprendida y a la vez con una mueca en su cara.

-¿Quién eres?- ahora le toco preguntar a Hani.

-Aun no te lo puedo decir no todavía, mi pequeña ha crecido bien, ¿Has comido bien?- pregunto aquel ser, mientras le acariciaba el cabello a Hani cosa que se le hizo rara y rápido se separó de él.

- ¿A caso me conoce? O ¿Acaso me sigue?- preguntó algo alterada pero sin alzar la voz

-Te conozco muy bien, tranquila no te hare daño, jamás le haría daño a mi pequeña- lo último lo dijo en susurro pero audible para Hani quien lo miró raro

-¿Quién es usted?, ¿Qué es usted?- dijo ya algo asustada de nuevo

-Tu bello ángel mi pequeña- dijo con una sonrisa y en ese momento desapareció

Hani reaccionó rápido y salió corriendo de ahí, entrando a su habitación, pensando lo que aquel joven le acababa de decir, ¿Qué trataba de decirle?, bueno al menos supo que es un ángel eso hizo que se sintiera algo aliviada, pero aun su cabeza daba tantas vueltas con tantas preguntas que deseaba decir a aquel ángel. No se dio cuenta cuando su hermano entró con cara de preocupación y abrazándola a lo que ella le correspondió, estaba asustada pero cuando su hermano la abrazo se sintió en paz.

My ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora