Ellos la seguían arrastrando por el pasillo y ella llorara más, hasta que alguien se paró frente a ellos una persona haciendo que se detuvieran y observaran a quien se le interpuso en el camino.
-suéltenla- dijo alzando la voz haciendo que los niños tuvieran miedo pues ver quien se trataba les causaba un miedo muy grande.
–Y si no que- habló uno al parecer éste no le tenía miedo a aquel ser frente a ellos, haciendo enfadar más aquel ser
–Enfréntense a las consecuencias- dijo ya enojado abriendo sus alas, más de lo normal haciendo que Estefany soltara a Hani del miedo y todos se fueran corriendo excepto el que lo enfrentó
– ¿Por qué un demonio quisiera estar con una goda y fea como ella?- dijo con una sonrisa burlona haciendo enojar más a aquel joven.
– ¿QUÉ ACABAS DE DECIR?- dijo aquel ser alzando la voz ya enojado, a él jamás le gusto que lo compararan con un demonio.
–Lo que acabas de escuchar, ésta basura no vale la pena ¿porque estar con ella?- dijo señalando al cuerpo de Hani desmayado.
Eso fue suficiente para que él se enojara y corriera con una fuerza sobrenatural y acorralando al chico con su brazo en el cuello.
-Jamás, escúchame jamás hables así de ella ¿me escuchas?- dijo a lo que el chico ya consumido por el miedo solo asintió y él lo soltó haciendo que éste cayera al piso de rodillas recuperando la respiración.
Aquel joven cargó en brazos el cuerpo inconsciente de Hani y sin ser visto voló por el cielo azul hacia la casa de Hani, una vez que llegaron la acostó en su cama y le curó sus heridas.
Hani despertó y vio que estaba en su habitación pero ¿cómo había llegado ahí? Salió de su habitación y vio que no había nadie, iba a regresar hasta que escucho un ruido proveniente del ático, indecisa no sabía si subir o no, así que como era curiosa quería ver qué era eso, muy dentro de ella quería ver si el bello ángel estaba bien, para ser honestos se le hacía conocido pero no sabía de dónde. Una vez que llego abrió lentamente la puerta observando dentro de ella al ver que no había nadie se adentró al ático viendo los rincones para ver qué fue lo que causo aquel ruido, al ver que no fue nada se disponía a salir, hasta que una voz la detuvo.