Siete.

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         “ Tú no puedes llevarte mi juventud ”

                                    

                                            [•••]

Era de mañana y me encontraba en el sillón sosteniendo la laptop que Aída me prestó para hablar con mi madre . No era noticia nueva que ella estaba pasada de tragos y decía tonterías al punto de llegar a lo burdo .

Mi mente seguía distraida , nuevamnete ese recuedo de estar recostada en mi cama viendo la luz de la luna entrar por la ventana . El tiempo era finito ...la música sonaba fuerte pero sin embargo se podían escuchar los gritos en la otra habitación , la aguda voz de mi madre alterada y la voz grave de mi padrastro llena de cansancio y frustración . Era irónico cómo por el día sonreían y al la noche llegar ellos comenzaban a pelear .

El olor del tabaco se podía percibir con intensidad .

El perrito recosrado a mis pies suelta un suspiro lleno de tristeza y no le culpo .

Odiaba al igual que yo estar encerrada en ese lugar.

– Por favor recuerda que esto es temporal , hasta que termines tus estudios ! no quiero que vivas ahí por mucho tiempo con esa gente ...! No te van a apartar de mi o meterte cosas en la cabeza !  –Su voz temblorosa me trajo a la realidad de nuevo , sus ojos estaban llorosos y su maquillaje comenzaba a correrse.  Las venas rojas se asomaban por las orillas de sus ojos .

Comenzaba a ponerse borracha . Vaya novedad .

Suspiré y trate de no poner mis ojos en blanco ¿Por qué no podía hablar conmigo cuando estaba sobria ?

Tanto le pesaba hacerlo ?

– Lo sé mamá , lo tengo muy claro ....– dije en tono cansado .

–¿Y no has permitido que ningún hombre se aproveche de ti o si ?– preguntó haciendo referencia a mi virginidad – No tienes que dejar que nadie lo haga ! Pues si no nadie te querrá después ! Una mujer no vale nada después de ser usada ....por favor no metas la pata.

Sin decir nada cerré la computadora , dejé a la mujer que me dió la vida hablando sola . Cada vez me costaba más lidiar con aquella situación , me dolían sus palabras al igual que su forma de pensar , me llenaba de tristeza que no hiciera un minimo esfuerzo por ser alguien mejor . Me llegaba a preguntar si alguna vez tan siquiera lo llegó a intentar , intentaba comprender del por que ella era de esa manera , dios sabe que sí pero al final terminaba enfadada , frustrada y juzgandola por cada error que cometió . Terminaba permitiendo que toda aquella incomprension por mi parte , todo aquél dolor se convirtiera en odio hacia a ella .

Ella tenia problemas internos y por ello hería a quienes amaba , mi unica opción para entonces era evitarla .

Si , habia echo cosas buenas por mi pero de igual forma con aquel pretexto tambien me lastimaba , su conciencia tenia remordimientos pero mi madre era tan testaruda que nunca daria su brazo a torcer y yo siempre tendria la culpa de nuestras peleas y discuciones .

Algunas simplemente me dan igual , pero no siempre puedo impedir que me duelan o ultrajen .

“Por que nunca pudo ser como las demás madres ? Amorosas y comprensivas , las madres que estaban ahí para sus hijos siempre ” Me lo cuestionaba una y otra vez rogando una respuesta divina que me hiciera ver la verdad pero yo tenía que averiguarlo por mi misma .

– ¿Pudiste hablar con tú madre , corazón?– preguntó Aída desde la cocina .

– Sí , gracias por todo Aída , estar aquí ha sido lo mejor que jamás me ha pasado – sonreí apoyándome en el pequeño bar que separaba la cocina de el pequeño comedor .

Lost in Canadá. 《ShawnMendes》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora