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–Iré a otro asiento mamá. –Dije apartando sus manos de mi cabello-

–No puedes, nos asignaron estos asientos, los otros ya han sido comprados.

–Espero tener la suerte de que alguien halla cancelado su vuelo.

Me levante antes de que ella siguiera, antes de salir de casa me había obligado a vestirme elegante, al menos me dejó escoger que ponerme. Caminé hasta la azafata y le pedí casi de rodillas que me cambiara de asiento, fue a ver si habían asientos cancelados, cuándo volvió me acompaño hasta uno de los últimos asientos, me senté y se aseguró de que el chico que estaba a mi lado estuviera cómodo o si necesitaba algo.

–Hola. –Dijo el chico que estaba a mi lado.

–Hola, soy Harry Styles. –Dije estirando mi mano.

–Emh... -Una sonrisa nerviosa atravezó su rostro- Soy Liam Payne. –Dijo agitando nuestras manos. –¿Problemas con tu compañero de asiento?. –Pregunto divertido-

–Mi madre, quiere que sea alguien que no soy. –Dije apuntando mi ropa.

–¿En serio?. –Pregunto.

–Claro, ¿Para que inventaría que tengo una mamá odiosa?. –Dije sonriendo le.

–Ya somos dos. –Dijo resoplando- No entiendo porque su deseo de cambiar a las personas.

–Al parecer nos entendemos... Eh ¿Viajas solo?. –Pregunté.

-Si, es agotador.

–¿A dónde viajas?. 

–Londres, un... encargo de mi padre ¿y tú?

–También Londres, tiempo de madre e hijo.

Comenzó un incomodo silencio, nos miramos sin saber que decirnos.

–Emh... ¿Tienes hermanos?. –Lo primero que vino a mi mente.

–Cuatro hermanas menores.

-Uh, eso suena difícil.

-No tanto, a veces mucho amor si es suficiente para calmarlas. -Su sonrisa era realmente cómica. -¿Y tú?

–Solo una hermana, mayor que yo y supongo que felizmente casada, perdimos un poco de contacto cuando se marchó. -Sacudí mis rulos sin saberlo hasta haberlo corrido hacia un lado.

-Deberías intentar retomar su relación, al final del día, los hermanos son lo único que nos queda.

-La llamaré cuando llegue al hotel, Liam. -Le sonreí. 

-Me parece genial oír eso.

Ya había intentado hablar con ella, claro, pero una vez más no hace mal ¿cierto? Siempre parecía estar ocupada y no tener tiempo para mi, la comprendía, tenía cosas más interesantes que oír los problemas de un niño, pero era lo mínimo que esperaba de ella, después de todo ella ya había lidiado con mi madre antes que yo, y se salió con la suya, no dejó que mi madre la controlara.

El vuelo pasó realmente rápido, las azafatas se nos acercaron un par de veces pidiendo que bajáramos el volumen de nuestras risas, hablamos sobre nuestros gustos y sueños. Casualmente vivíamos en el mismo pueblo, pero no recuerdo haberlo visto antes, lo cual es normal, ya que tenía clases particulares, solo iba a los club privados en los cuales era socio y la mayoría del tiempo lo pasaba en casa, allí estaba todo lo que necesitaba, piscina, gimnasio, patio, árboles, biblioteca, cocina, todo.

Mi madre se paró a mi lado en cuanto el avión aterrizó, tomó mi bolso e hizo que me levantara.

-Espera un segundo madre, voy enseguida, puedes adelantarte mientras. -Me volteé a ver a mi nuevo amigo y tomé su mano, saqué un lápiz de mi camisa y escribí mi número en ella  -Llámame cuándo puedas tomarte un respiro.

No more money //Larry Stylinson//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora