Classroom of Chaos; [Stray kids; Jyp artists]

Capítulo uno

La escuela Educational Center Jinyoung Park, es conocida por su alto rango tanto educativo como social. Gente de la más alta burguesía civil es quien asiste a esta escuela, la cual es de las más exigentes y fuertemente imponente.

Toda tu vida fuiste exigente, y tu familia siempre te puso presiones, por lo que terminaste ingresando a esta escuela gracias a una beca que se te ofreció. Tu buen rendimiento y la obligación de tus padres fueron las causas de que un lunes estuvieras frente a la puerta de la institución educativa, con el estómago apretado de los nervios y la mochila perfectamente organizada y limpia, como todo primer día de clases. Con tus manos temblorosas entraste al lugar, a sabiendas de que no volverías a tu casa hasta el fin de semana, pues comenzarías a residir allí.

Dejaste las cosas, a excepción de tu mochila, en tu habitación, la cual era únicamente para ti, y decidiste salir a recorrer las instalaciones, con una leve sorpresa debido al tamaño de estas, eran realmente grandes y escandalosamente llamativas, como presumiendo la cantidad de dinero que se poseía. Grandes ventanas iluminaban el lugar con elegancia y los marcos, de madera probablemente cara, estaban barnizados con un marrón obscuro que daba aire de seriedad. Había un olor fresco en el ambiente y el aire acondicionado no faltaba en ninguna zona, haciendo del ambiente uno sumamente agradable. Aun así, tu incomodidad no cesaba y este definitivamente no era tu tipo de lugar, mas sentías una leve emoción por comenzar las clases ahí, en un lugar nuevo donde podrías conocer gente. Había una leve inquietud que te perseguía, ya que temías no encajar con gente tan culta, tu familia no era así, no poseían tantos bienes, no eran dueños de un gran negocio ni te habían criado para heredar el puesto, mas tampoco estaban mal de dinero, simplemente era normal, estable.

En medio de tu recorrido, más bien al principio, oíste que alguien te llamaba.

-Buenas tardes, vos ingresás hoy, ¿no es así?- Sentiste como un joven de vestimenta bastante formal te dirigió la palabra, así que lo saludaste igualmente y le respondiste con una cordial sonrisa, una bastante falsa.

-Sí, ingreso hoy y estaba recorriendo las instalaciones, ¿podría decirme mi salón?- Tu voz salió limpia aunque por dentro estuvieras muriendo y el joven acepto a darte un recorrido por el lugar. A pesar de llevar una fachada formal y elegante, parecía alguien amable y no dejaba de hacer chistes para romper la tensión, cosa que te pareció muy tierna. Él lo era, de todas formas, su cabello era rubio, probablemente decolorado, y llevaba lentes de marco grueso de color gris obscuro, parecía extranjero pero ya sabías de antemano que un gran porcentaje de estudiantes lo eran, así que este probablemente era otro de esos.

Recorrer el lugar les llevó cosa de veinte minutos, puesto que solamente recorrieron las zonas que tú ocuparías frecuentemente, hasta que le pediste al chico, cuyo nombre no sabías, que te guiara hacia tu clase. Faltaban veinte minutos para el comienzo de la primera hora y querías llegar cuanto antes.

-¿Podrías decirme cuál es tu aula?- Él te preguntó con una sonrisa, en respuesta a tu petición.

-Primero C, estoy en el primero C.- Te habían enviado los datos principales de cual era tu habitación, cuales eran tus horarios, a que clase pertenecías y un par de cosas más por correo electrónico.

Una sonrisa se formó en los labios del más alto, su sonrisa era preciosa. - ¡Entonces nos vamos a ver a diario!- Supusiste entonces que era tu compañero de clase, cosa que no te sorprendía por su aspecto juvenil y su rostro algo aniñado. Parecía un adolescente al fin y al cabo.

-¿Tú también estás en esa clase?- Se notaba un rastro de ilusión en tus ojos ya que el haber simpatizado con alguien apenas entrar, y que estuviera en tu clase ya te emocionaba de sobremanera. Una cálida risa inundó el ambiente y te diste cuenta de que esta era preciosa, como el chico que tenías frente a ti, inclinaste tu cabeza con curiosidad y levantaste una ceja sin comprender. -¿De qué te ríes?