❲•1❳ ❝さくら.❞

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Escucho el sonido de la bendita alarma que a diferencia de muchos agradezco el invento de este objeto que me ayuda muchísimo a no quedarme  dormida todas las mañanas

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Escucho el sonido de la bendita alarma que a diferencia de muchos agradezco el invento de este objeto que me ayuda muchísimo a no quedarme  dormida todas las mañanas. Eran las cinco con quince minutos, me levante de mi cama y fui directamente hacía mi armario donde se encontraba mi uniforme de secundaria. Era un uniforme común y corriente nada del otro mundo, colores aburridos y un diseño sonso, me coloqué la falda azúl marino primero y después la camisa blanca, comencé a abrochar los botones de uno por uno y después terminé por poner los calcetines blancos y ya me pondría los zapatos en la puerta antes de irme.

Después de cepillar mi cabello y mis dientes me coloqué mi perfume y salí a la cocina donde miré a mi mamá cocinando en desayuno ¡lástima que no pueda quedarme a desayunar aquí! Miré el reloj que estaba en la pared y ví que ya eran las seis con veinte, ¿Tan rápido pasa el tiempo? Wow.

— Buenos días, mamá. –Saludé a mamá que estaba haciendo el desayuno.

— ¡Oh, buenos días querida! –Saludó ella tan energética como siempre, no, no tengo las misma energías que mi señora madre, ni el mismo animo de mi padre. Simplemente soy una chica rara, nerda y friki a la que nadie le habla y si, no me importan esos estereotipos que me hayan impuesto los gorilas de mis compañeros me dan absolutamente igual.

— ¿Y papá? –Pregunté mirando a todos lados.

— Hmm, sigue dormido, hijita. Ayer llegó tarde y muy cansado del trabajo el pobre hombre. –Dijo mientras su expresión facial cambiaba a una preocupada y triste– Últimamente está muy enojado siempre...¿Sabes? Tú papá me preocupa mucho siento que ya no es el mismo conmigo, hija.

— Ay, mamá... –la miré apenada y me acerqué a ella, la tomé de las manos y le sonreí amorosa– Habla con él, ¿Si? Arreglen las cosas y aclarenlas antes de que te hagas cuentos en la cabeza.

Mamá me sonrió cálida y me abrazó, gustosamente le correspondí aquél abrazo y sentí cómo me deposita un beso en la mejilla... Ah, nada mejor que el amor que te da tu madre.

— Bueno hijita, toma tu almuerzo y vete ya que se te hará tarde y a ti no te gusta ser impuntual. –La volví a abrazar luego tomé mi maletín y me coloqué los zapatos en la puerta.

— ¡Adiós, ya me voy! –Dije antes de salir y cerras la puerta.

Empecé a caminar hacia la parada de autobús solo me quedaban  treinta minutos, si llego a tiempo. Tomé mi celular, luego los audífonos y los conecte para ponerme a escuchar música, puse la playlist a reproducir. A los diez minutos llegó el autobús, subí a él, luego llegué a la estúpida escuela de mierda que también tiene mierda.

Miré la hora y me di cuenta ya faltaban cinco minutos para que tocaran el timbre de la escuela para entrar a las clases. Miré mi horario y suspire rendida.

— Ah...ni modo, que le haré. – De mala gana metí el horario al maletín y me metí al salón de clases.

Hoy toca clases de laboratorio, no es que no me guste la clase si no la compañera que tengo, es re-molesta, maldita Yamanaka es totalmente irritante esa chica superficial.

La siguiente vida. ›Sasosaku.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora