eight

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—¡Hijo de puta!-exclamo Tae cuando se reencontró con Jimin en su siguiente clase, llamando la atención de todos.

El pequeño rubio rió escandalosamente y Taehyung lo tiró al piso para comenzar a "atacarlo".

—¡Lo disfrutaste!-exclamaba tratando de librarse del ataque de su amigo.—¿Te confesaste?

—¡No! ¡Te odio!

—¿Nos vamos?-preguntó Taehyung cuando las clases acabaron.

—Antes acompáñame a un lugar.

Taehyung se quejó.—No, ya vámonos.

—No seas cabrón, acompáñame.

—Te odio, espero que lo sepas.

Y se dirigieron hacia donde su amigo lo guió, llegando al edificio de artes.

Llegaron a un aula y lo primero que vieron fue a Namjoon cargando a Yoongi mientras éste gritaba de forma muy aguda. Cuando vio a Jimin se tiró al piso y corrió a abrazarlo, escuchando un "oww" de todos los demás en el lugar. Taehyung se asomó dentro y vio a Jungkook en una esquina totalmente concentrado en su pintura.

—¡TaeTae!-exclamó Hoseok efusivamente y tanto él como Tae corrieron dramáticamente para abrazarse.—¿Dónde estuviste todos estos años, querido?

—Perdido en el camino de la vida, atravesando obstáculos, matando dragones... buscándote, mi amor.-contestó dramáticamente.

—Oh, querido. Me alegro que finalmente hayas llegado...

Y volvieron a abrazarse, esta vez Taehyung miró de reojo a Jungkook, quien sorprendentemente ahora los estaba viendo.

El resto aplaudió y Namjoon se acercó a cargar a Tae.

—Sí sí, todos contentos. Pero falta alguien.-sentó a Taehyung en una silla libre al lado de Jungkook.

Taehyung se sonrojó por milésima vez en el día.

—Eh...

—Hola.-Jungkook sonrió para volver a concentrarse en su pintura.—Que injusto, ya viste mi pintura, se supone que te la mostrara cuando acabara.

Taehyung se dio cuenta que todos habían vuelto a lo suyo, dejándolos por su cuenta.

—Ah, ¿aún no la acabas? Así se ve perfecta.

Jungkook rió.—Ya me falta muy poco en realidad.

Taehyung miró en silencio lo que Jungkook hacía.—No sabía que sabías pintar con pinturas de aceite.

—A penas estoy aprendiendo. Por eso me ha tomado días terminar.

—Pero lo haces muy bien, en serio. Creo que te envidio un poco.-rió.

Miró por un segundo a su amigo, quien estaba muy ocupado hablando con Yoongi y volvió a lo suyo.

—Gracias.

Taehyung decidió quedarse en silencio, mirando los movimientos del pincel de Jungkook.

—¿No te incomodo?

—Para nada.

Y volvió a guardar silencio.

Miró a Jungkook. Pensó que jamás había estado tan cerca de él y era increíble, veía la pasión en sus ojos, la ligera sonrisa que tenía en sus notablementes suaves labios e inconscientemente, sonrió también.

—Creo que acabé.

Todos en la habitación se acercaron a ver la pintura terminada.

—¡Es genial!

—¡Wow! ¡Me encanta este detalle!

Todos estaban halagando a Jungkook y Taehyung sintió una mirada sobre sí.

Rosé lo miraba. 

Intimidado, apartó su mirada a sus piernas.

Cuando todos se apartaron de nuevo, Jungkook se giró hacia Tae.—¿Te gustó?

Taehyung levantó su mirada al cuadro y luego a Jungkook.—¡Me encantó! Eres muy talentoso, Kookie.

—¿Kookie?

—Ah, disculpa... escuché que alguien te llamó así...

—Puedes llamarme así, Tae.

Tae.

Sonrió.

—Tonto, lamento arruinar tu momento, pero hay que irnos. Nos van a matar mis padres.-interrumpió Jimin apareciendo frente a ellos junto a Yoongi.

—Ustedes están pegados.-comentó Jungkook.

—Tengo que irme.-dijo Tae mirándolo.—Te veo después.-sonrió levantándose.

—Claro.-sonrió de regreso.

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