Entre todos los videojuegos de los que he escrito Dragon Age: Origins es mi favorito. Y no lo es porque sea lo mejor de lo mejor en este mundo, sino porque simplemente encaja a la perfección con mis gustos.
Este videojuego lo descubrí por ahí de julio de 2017 y vaya que no sabía de lo que me estaba perdiendo. Me ha divertido un sinfín de horas tanto en su versión de consola como en su versión de PC.
Por eso en este escrito te contaré mi experiencia con Dragon Age: Origins, de varios de sus apartados, y te diré lo que más me gusta de este videojuego.
¿DE QUÉ VA DRAGON AGE: ORIGINS?
Dragon Age: Origins es un videojuego de rol desarrollado por Bioware y lanzado al mercado en noviembre de 2009.
En él puedes escoger entre 3 razas: humano, elfo y enano. Además de 3 clases: guerrero, pícaro y mago. De esta forma podemos hacer la combinación que prefiramos, exceptuando a los enanos que no pueden ser magos.
Dependiendo de qué escojas se te presentará una historia inicial. Una vez terminado este prólogo personal acabarás en la orden llamada "Los guardas grises". Y claro, para terminar siendo los héroes de Ferelden, o del mundo; como prefieras verlo.
Al principio el lore de Dragon Age puede caer un poco pesado, ya que como muchas historias de fantasía cuenta con una vasta cultura y eventos históricos de los que solo podemos enterarnos por rumores, notas o indagando.
Tu personaje independientemente del nombre que le hayas dado será conocido como "El guarda gris", con la misión de unir todo Ferelden en la lucha contra La Ruina.
Dicha Ruina es liderada por el Archidemonio; un antiguo y poderoso dios que se presenta en forma de dragón y que dirige hordas enormes de engendros tenebrosos.
Y aunque estos sean tus principales enemigos tendrás muchas dificultades, hasta el punto que no sabrás si realmente tendrás aliados en este mundo.
Pero no, no estás solo; ya que puedes reunir compañeros que, dependiendo de tus acciones y conversaciones, pasarán de ser simples aliados a mejores amigos o incluso amantes.
La historia de Dragon Age: Origins me pareció en su inicio bastante clásica; con eso de derrotar un mal, ser el héroe, matar dragones y demás. Sin embargo, cuando la trama se fue desarrollando me di cuenta de lo vasto que era su mundo y de lo mucho que quería saber de él.
Además (sin hacer spoiler), en la parte final el ambiente está tan bien montado que es fácil sentirte triste al saber que el fin está cerca.
LOS GRÁFICOS AL DÍA DE HOY
Este es un aspecto que a mí en lo personal no me importa demasiado. Aun así decidí mencionarlo porque ya es un juego un poco viejo.
En cuestión de apariencia los años le han pasado un poco de Factura a Dragon Age, ya que hoy en día el apartado gráfico de los videojuegos ha mejorado muchísimo, y en el 2009 había algunos que lucían mucho mejor que este.
Aun así, no molesta a la vista y en el apartado artístico destaca en varios de sus diseños. De hecho, es en este aspecto que creo que complementa muy bien en su género de fantasía oscura.
UNA BANDA SONORA MUY ÉPICA
Considero que la música juega un papel indispensable en la inmersión de cualquier videojuego y de la mayoría de las obras audiovisuales; y la banda sonora de Dragon Age: Origins ―compuesta y arreglada por Inon Zur― cumple de sobra.
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Opiniones de un gamer
RandomAnálisis y opiniones de algunos de los videojuegos que me he pasado.