carta 4:

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1 de marzo de 1999

Querida Abby,

Tengo noticias muy emocionantes Abby, me estoy mudando a tu departamento! ¿No estás emocionada? Podremos pasar horas y horas juntos, va a ser simplemente perfecto.

Déjame explicar, mi trabajo pagó lo suficiente como para que pudiese pagar el alquiler y comprar alimentos cada semana. Gracias a esto, he tenido poco o ningún dinero de mis ahorros, no estaban suficientemente cerca de durar mucho tiempo. Cuando tomas el dinero es muy difícil mantenerlo y no gastarlo todo. Era capaz de contenerlo algunos días, pero hoy terminé desahuciado. En realidad, esto podría ser mejor de lo que habría pensado en un principio, no me sorprendería que aquel tipo el cual me dio el número de habitación haya llamado a la policía. De esta manera no va a ser capaz de encontrarme, y tenemos que pasar todo el tiempo del mundo juntos. Es perfecto ¿no? Me aseguré de llevar todas mis cintas y fotografías que he tomado conmigo y mis cámaras, por supuesto.

Realmente deberías decirle a quién sea que sea el jefe de tu apartamento para que mejoren el personal, pude pasar a los de seguridad fácilmente. Subí a tu habitación y toqué la puerta, pero nadie contestó, así que decidí entrar usando otros métodos. Después de escanear las imágenes que tomé de anoche más de un par de veces me di cuenta que hay un conducto de ventilación en la esquina inferior de la habitación, no es raro teniendo en cuenta el calor que puede hacer aquí en verano. Pensé que tenía que haber algún tipo de escotilla de mantenimiento en la que pudiese meterme. Después de algunos minutos de mirar al rededor encontré una puerta al final de tu pasillo que se veía como un cuarto para el personal, y por suerte había una forma de meterse en las rejillas ahí.

Me arrastré a través de ellas hasta llegar a tu cuarto, era muy estrecho y era muy difícil moverse también por ahí, pero me las arreglé. Sin embargo, cuando llegué, sentí una oleada de éxito. Me di cuenta cuando vi que las luces estaban apagadas y de que no podía verte de que no estabas en casa, pero soy paciente. Recorrí todos los rincones de tu habitación, tratando de memorizar todos los detalles. Tu olor me abrumó cuando me senté ahí, el cual había olido brevemente las dos veces que viniste a mi línea en la tienda, pero nunca tan fuertemente. Fue fascinante, no pude poner mi dedo en él, pero me recordaba a algo, era algo así como los melocotones. Me senté allí encorvado por unas horas, aunque me he enseñado a mi mismo a ser extremadamente paciente. Me puedo sentar completamente inmóvil por horas, sin mover un músculo, nadie iba a fijarse en mí.

Después, finalmente llegaste a casa. Sentí una amplia sonrisa formarse en mi cara en el segundo en el que oí la puerta abrirse. Allí estabas, mi amor. Por supuesto que no te diste cuenta de mi presencia, la luz en tu habitación parecía estar en el ángulo perfecto para que no vieses nada en la rejilla de ventilación después de los primeros centímetros. Traté de contener mi excitación, pero empecé a respirar muy profundamente. Traté de ocultarlo lo mejor que pude, pero me fue difícil... De repente miraste directo a la ventila. Me silencié completamente. Después de unos segundos parecía que habías perdido el interés en eso, eso me hizo sonreír. Esta era la escena perfecta.

Me di cuenta que te habías sorprendido sin embargo, durante toda la noche te levantabas para darle una mirada a la ventila. La gente parece tener un factor que te hace sentir si alguien está observándote o no, puedo mandarlos a tener un ataque de pánico. No trates de fingirlo Abby, puedo darme cuenta cuándo alguien está despierto y cuándo está tan asustado que le cuesta dormir. ¿Por qué estás tan asustada de todas formas? Soy yo, ¿por qué tendría que asustarte? Me amas, ¿verdad? Sabes que te amo. Tengo ganas de pasar todos los días contigo Abby, escribe de nuevo si puedes.

Con amor, Jay.

Querida AbbyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora