7. "Snips" ✓

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Cheerilee se encaminó hacia la zona detrás del escenario, aunque a una buena distancia de toda la cosa de Snails, y se dirigió al vestidor. Después de esa escena con Sweetie Belle, seguían dos escenas soliloquias, una con Reginald y luego otra con el Rey. Dado que ella se tomo un buen tiempo, el primero seguramente ya había terminado, pero a medida que la yegua pasaba por los pasillos que llevaban a escenario en si, todavía podía oír la voz de Apple Bloom en el escenario.

Si se daba prisa, todavía seria capaz de asistir a Snips para buscar su disfraz para la ultima escena, si él era de hecho tan tonto como parecía y no había sido capaz de encontrarlo por si mismo. Al doblar la esquina, algo se chocó contra ella a una gran velocidad, haciéndola tropezar hacia atrás mientras el aire era expulsado de sus pulmones.

Miró abajo cuando logró equilibrarse, y vio a Snips sentado sobre sus flancos, sacudiendo la cabeza para disipar la sensación de mareo causada por el accidente. —¡Snips! ¿Qué estas haciendo aquí, ni siquiera tienes tu disfraz! Tienes que estar listo para la última escena—, dijo a modo de reprimenda.

El potro cian con melena ocre parecía enormemente aliviado al ver a su maestra, y de inmediato se levantó, con lágrimas en las comisuras de sus ojos cuando comenzó a hablar.

—¡Oh, Srta. Cheerilee! ¡Es terrible!—, gritó, —¡Estaba buscando mi disfraz, y no lo encontré, así que fui a buscarla a usted y no pude encontrarla, pero, pero… Encontré a Snails y… y…

Él respiró hondo en ese momento, obviamente luchando para sacar las palabras. —…Y él esta muerto…

El mundo de Cheerilee se paralizó con estas palabras, sudor frío empezó a brotar de su frente mientras sentía el suave atisbo de pánico subir por su estomago como la bilis. Ella había ignorado su agenda, y había descubierto las consecuencias que tendría esto para ella.

Su mente trabajó frenéticamente para encontrar una forma de reducir al mínimo los daños causados, para aliviar de alguna manera al potrillo lo suficiente para que sus planes pudieran continuar, pero ninguna solución fácil se presentó.

Snips, por el contrario, pareció recobrarse, se dio la vuelta y dio unos pasos. —¡Vamos!—, la llamó, —¡No podemos continuar con la obra ahora, tenemos que avisarles a los demás!

Cheerilee sintió un bloque de hielo precipitar en su estomago cuando el potrillo cian se alejó al galope. ¡No! Si él encontraba a otro pony, entonces…

Con una repentina ráfaga de velocidad que habría sorprendido incluso a Rainbow Dash, ella se precipitó hacia adelante, alcanzando al joven pony en cuestión de segundos. Con un movimiento fluido, ella transformó su carrera a todo galope en un golpe de karate, centrando toda su energía cinética en un solo casco. Snips fue golpeado en el lado bueno, tan bueno que de hecho el golpe lo envió a estrellarse contra una pared cercana, se deslizó hacia la parte inferior desplomándose en el suelo.

Cheerilee agradeció en silencio a Rainbow Dash por todas las veces en que había ido a enseñar clases de karate a los niños, algunas de las técnicas obviamente había permanecido en su cabeza.

Antes de que el potrillo pudiera rodar sobre su espalda, Cheerilee descendió sobre él como un halcón, manteniéndolo abajo con un casco mientras ella comenzó a golpearlo en la cara con el otro, en un ataque de rabia ciega.

Aquí estaba alguien que se interponía entre ella y su meta, y ella no podía pensar en nada más que quitarlo del camino de inmediato, sin importar el costo.

Snips débilmente trató de defenderse, pero era mucho más pequeño que la yegua, por no decir un unicornio, mientras que ella tenía todo el poder físico de un pony terrestre. La golpiza continuó sin piedad, la cara de Snips estaba hinchada y la sangre corría por su nariz y caía por los lugares donde ella había roto su piel.

En un acto de desesperación, la parte subconsciente de su mente buscó en las reservas mágicas que él ni siquiera pensaba que tenía y su cuerno comenzó a tomar un brillo verde poderoso. Una ola repentina de energía arcana rozó la cabeza de Cheerilee, dejando un corte largo y delgado que se extendía por la longitud de su mejilla. La yegua de color fucsia jadeó con sorpresa cuando la sangre comenzó a gotear de la herida, que no era tan grave, aunque picaba un poco.

Su mirada se clavó en la cutiemark del potro, y se dio cuenta que debería haberlo esperado. Obviamente, su talento estaba involucrado con cortes de algún tipo, y al parecer él no se limitaba a usar solo tijeras.

Un cambio sutil en el aura alrededor del cuerno advirtió a Cheerilee que otro hechizo estaba a punto de ser lanzado, así que sin otras opciones en mente levantó un casco antes de embestir con otro puñetazo. Solo que esta vez, ella no tenía como objetivo la cara de Snips, sino su propio cuerno. Cuando golpeó el objetivo el potro echó la cabeza hacia atrás y gimió cuando el cuerno vibró en su cráneo, el hechizo se descargó contra la pared detrás de él en lugar de contra su objetivo previsto. La luz mágica del cuerno parpadeo por un segundo antes de recuperar su fuerza, y Cheerilee sabia que el siguiente hechizo ya estaba en camino.

Ella otra vez inició una lluvia de golpes, ahora el objetivo de todos ellos era el cuerno, hechizos explotaban contra las paredes, el techo y el suelo de izquierda a derecha, haciendo saltar pequeños trozos de escombros por los aires.

Al principio, el potrillo soportó la paliza como un semental, pero como la yegua estaba golpeando el mismo punto una y otra vez, se le hizo cada vez más difícil luchar contra el dolor que se elevaba en su cráneo. Unas repentinas y pequeñas grietas comenzaron a aparecer en su cuerno, hasta que un golpe final de Cheerilee lo rompió.

Cuando eso sucedió, la magia explotó en la habitación, empujando a Cheerilee lejos del potrillo y haciéndola deslizarse varios metros por el suelo, hasta que se detuvo a poca distancia de Snips.

La retroalimentación mágica demostró ser mucho peor para el potro cian, que yacía inmóvil en el suelo.

Incorporándose sobre sus cascos, la yegua fucsia recogió el cuerno de Snips mientras iba caminando hacia su cuerpo inerte, sosteniéndolo entre sus patas delanteras como una daga mientras se arrodillaba sobre él. Con un momento de vacilación, clavó el cuerno directamente en su pecho. La sangre salpicó por todas partes y brotó debajo de los cascos de Cheerilee. Los ojos del potrillo se abrieron de golpe y primero miró su pecho, y luego a ella. —¿Por qué?—, logró susurrar con voz ronca mientras la vida huía de su cuerpo.

Cheerilee no se molestó en responder a la pregunta, simplemente retiró el cuerno del cuerpo y lo apuñaló de nuevo en el pecho un par de veces por si las moscas, hasta que dejó de moverse por completo.

"El jardín de Cherilee" [MLP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora