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Creo que todos necesitamos a esa persona. Esa persona que nos hace sentir bien, que nos hace sentir libres, libres de ser quienes somos y quién querramos ser, de expresarnos sin miedo alguno, de las vergüenzas, de los perjuicios, de las inseguridades y sobre todo, de los males.

Creo que todos en gran parte de nuestra vida pasamos buscando a esa persona. Aquella que despierta nuestros sentimientos de una manera mágica, y con sólo un simple "hola" puede alegrarnos el día completamente.

Lo difícil es cuando aquella persona se va, sientes como en tu vida falta algo, como si ya no fueras tú, porque esa persona te completaba, te llenaba, te complementaba. Aunque se vaya por unas horas o unos días, sientes su ausencia más que nada, ahí es donde te das cuenta de lo mucho que  necesitas de él o ella, lo mucho que le amas.

Por eso te pido amor mío, que nunca  sueltes mi mano, porque te has convertido en mi pilar, en mi mano que sostener para ayudarme a levantar, en mi guía y acompañante, en una de esas cosas bonitas que me da la vida para poder seguir adelante.

She.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora