Capítulo 1. La última noche
Era mi última noche y no parecía ir como yo esperaba. Aquel día se suponía que lo pasaría con mis mejores amigos cosa que no fue así.
Me sentía muy mal y no tenía ganas de nada, tenía sueño, quería descansar, pero no quería despedirme de mi último día en mi queridísima ciudad.
Vivía en Barcelona y mi futuro viaje sería hasta América; me gustaba viajar pero aquel verano no quería, aquel verano no...
Siempre e estado un poco alejada de la gente pero durante este invierno conocí a tres personas maravillosas que cambiaron por completo mi vida, gracias a ellas conseguí encajar con las de mas personas y conocer a mucha más gente.
Ya se hacia demasiado tarde y decidí revisar mi maleta para ver que todo estaba en orden. Justamente en ese momento el timbre sonó ¡BIEN! puede que fueran mis amigas!.
Baje corriendo las escaleras, abrí la puerta y exactamente, mis queridísimas amigas estaban allí, todas me recibieron con un gran abrazo.
- ¡Hey preciosaa! alegra esaa caraa pronto volveremos a estar juntass y no te preocupes que nos acordaremos todas de ti!- dijo Lidia al mismo tiempo que soltaba las bolsas en la cocina.
- Te haré caso, de todas maneras, no puedo hacer nada- sonreí - ¿Qué traéis?- les pregunté a todas.
- Alba preciosa es tu último día aquí, ¿Que pretendes que no lo celebremos?- dijo Cristina eufórica
- Exacto, ¡QUE EMPIEZE LA FIESTA! - Dijo Noah al mismo tiempo que saltaba.
La fiesta fue una pasada, al principio Lidia puso uno de sus palomitas preferidas y comenzamos a ver una peli como todos los domingos por la noche. La peli estuvo bien, son de esas de terror que te asustas por impresión.
Tras la peli Cristina decidió hacer unos de sus platos especiales... ¡CHAPATA!, la verdad es que sus chapatas son de las mejores, están buenísimas!.
Por último decidimos jugar a algún juego inventado por Noah y ahora nos encontramos tiradas en el sofá como perras.
- ¡Hey Alba!- dijo Noah al mismo tiempo que pegaba un salto levantándose del sofá. - David dice que hay fiesta en su casa, van todos, ¿Que tal si nos pasamos? así si que tendremos fiesta.
Pensé que sería buena idea, ¿Que podría pasar?, allí los vería a todos y podría despedirme de ellos.
Decidimos subir a mi habitación en busca de algunos modelitos perfectos para mi y para mis amigas.
Después de una hora más o menos ya estábamos todas relucientes para presentarnos en la fiesta.
En media hora ya nos encontrábamos en el jardín de David. Aquella casa me gustaba muchísimo era perfecta, grande, lujosa y hasta con piscina incluida! el sueño de mi vida! como me encantaría vivir en esa casa...
- Nunca me cansaré de venir a esta casa, es perfecta.- dije al mismo tiempo que entrabamos por la puerta, mis amigas simplemente rieron.
David nos recibió con una dulce sonrisa
- Holaa chicass! menos mal que habéis venidoo! esto ya se estaba aburriendo un poco sin vosotras!
Entramos a la casa donde pude visualizar a todos mis amigos, ellos al verme, no dudaron en acercarse a mi para hablar sobre mi viaje.
Yo les conté todo sobre él, y también que les echaría mucho de menos a todos y que mis vacaciones sin ellos serían muy aburridas.
Todo iba perfecto hasta que los estúpidos amigos de David llegaron.
Eran los típicos chulos que se creen guays por estar buenísimos y por tener a todas las tías detrás de ellos como perritos falderos, pero yo era de las pocas chicas que los odiaba.
En cuanto entraron Carlos me guiñó el ojo.
¿ Qué quiere este invecil ahora con migo? ¡No lo aguanto de verdad! en ese momento se acercó a mi.
-ho...- dijo Carlos
-¿Qué quieres invecil?- pregunte cortándole el saludo
-Gracias por el insulto preciosa- dijo Carlos al mismo tiempo que se reía
¿Que hace diciéndome preciosa? yo si fuera el me callaría si no quisiera llevarse una ostia de las buenas
- ¿Preciosa? - dije extrañada
- Sí, ¿acaso no lo eres?- dijo acercándose cada vez mas a mi
- ¡EIH CHAVAL! espacio personal- dije al mismo tiempo que me separaba
- Lo siento preciosa es que tu belleza me emociona- dijo otra vez apoximándose hacia mí.
- ¿Pero de que vas? déjame empaz no me gustaría que me amargaras mi último día, de acuerdo?
- valee tranquila, pero seguro que te arrepientes preciosa, así que te dejo mi número por si en esas vacaciones te aburres y necesitas hablar con un chico- mi guiñó el ojo y se fue.
¿De que va? uff lo odio! que hace dándome su número? ¡Pues lo lleva claro si piensa que le voy a llamar!
En ese momento David se acercó a mi
- ¡ALBA! Te estaba molestando Carlos? - dijo con un tono preocupado y enfadado a la vez
- ¡No! tranquilo no pasa nada no te preocupes- dije al mismo tiempo que le soltaba una sonrisa
- ¿De verdad? te juro que como te haga algo lo mato, se como es y se como trata a las mujeres, solo las quiere para lo que las quiere y no quiero que juegue contigo.
- Eh David se cuidarme sola, pero gracias por preocuparte por mi- me marche con una de mis sonrisas.
La noche ya estaba llegando a su fin. Eran las 4 de la mañana y a las 7 ya tenía que estar levantada; decidí largarme para mi casa. Me despedí de todas mis amigas de las que alguna lágrima que otra cayó y me largué.
De camino a mi casa la imagen de Carlos apareció en mi cabeza, ¿Por qué me habrá dicho preciosa? ¿Y porqué de la noche a la mañana esta tan mono con migo?
De la nada ya estaba en mi casa, se me había hecho demasiado corto el camino pensando en Carlos.
Entre en mi casa me cambié, me eche en la cama y poco a poco caí dormida.
