No puedo creerlo

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Raven despertó  para encontrarse atendida  por un señor con smoking, no temió  porque pudo ver que solo habia preocupación.

Alfred: señorita que bueno que despierte, llamare al Señor Wayne para avisarle.

Se quedó  sentada en la camilla algo aturdida. Sintió  que unas manos levantaban su rostro, para encontrarse con esos ojos negros que parecia que atravesaban su alma.

Bruce: Me asustaste.

Raven: Lo siento.

Bruce: No vuelvas a hacer semejante idiotez, POR NADIE.

Puso su mano sobre su mejilla y comenzó  a acercar sus labios. Cuando ya estaban sobre los suyos su sabor lo inundó, era adictivo, ella correspondía  tímidamente al beso. Hizo el beso mas intenso quería  probar más de ella, sus manos comenzaron a viajar por sus brazos hasta posarse en sus muslos, ella por su parte puso sus pequeñas manos en su pecho, y poco a poco subió  hasta  su cuello, Bruce aprovechó  para abrir sus piernas y tirarla hacia él, necesitaba sentirla, Raven comenzó  a retirarse, intentando coger aire, pero Bruce quería más, no era suficiente, necesitaba  más, las manos de Bruce comenzaron a buscar la cremallera de su leotardo.

A Raven siempre le pasaba lo mismo cuando estaba cerca de él, la lujuria que desprendía su aura la confundía por completo y la contagiaba deseando apagar ese fuego que ardía entre ambos, nunca habian compartido mas que besos esta vez estaba llendo un poco mas lejos, estaba bajando el leotardo  de sus hombros, de pronto alguien  tosiendo los sacó  del trance.

Bruce inmediatamente subió su leotardo maldiciendo  a quien haya sido, estaba tan cerca de hacerla suya.

Ella se ruborizo, siempre preciosa pensó, giró  para ver a Damian, parado frente a él  con su vista fija en Raven. Se puso delante de ella para que no la mirara más. Le molestaba lo que veía en sus ojos, deseo.

Damian: Solo vine a ver si habías despertado, por cierto soy Damian el hijo  de Bruce. Y extendió  su mano.

Raven salió  de detrás  del enorme  hombre. Miró  a un chico de su edad  tremendamente guapo y extendió  su mano.

Raven: Soy Raven, un placer.

Damian: El placer es mio, no apartaba su mirada  de ella. Mi padre nunca nos habló  de ti, y veo el motivo.

Raven de pronto recordó  la situación en la que los encontró  y de inmediato dijo que tenia que marcharse, creó  un portal y desapareció.

Bruce: RAVEN espera.

Damian: Vaya  vaya  vaya, te ha dejado con un palmo de narices, y una tienda  de campaña que necesita alivio. Rio con malicia.

Bruce: Ni una palabra más.  Y con esto se marchó  a darse una ducha.  MUY FRIA.

Damian miraba como se iba su padre y tras  él  solo podia pensar en la escena que habia encontrado, vio un atisbo de sus pechos, mierda lo que hubiera dado  por haber sido  él  en vez de su padre, pensando  y su cara ruborizada y  su cuerpo de pronto sabía  que tambien tenía  que ducharse. No puedo  creerlo, excitado por un demonio.

Damian: esa chica iba a ser suya.

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