[Segunda parte de Green Legend]
-Basada en algunos hechos reales-
Esta história se centra en 3 chicas, ellas realizan un pacto con un dios llamado Odeus, este les pide que salven a otro dios amigo de él llamado Ladeo, pero tendrán que adentrarse en...
Y tal como salieron aquellas alas beis de su espalda desaparecieron.
Sara: vaya, parece que cuesta controlar el Green Legend.
Sonia: ¿Y si nos entrenamos?
Eva: pues no creo que hayan entrenadores especiales para el Green Legend.
Cristina: ¿Y si le hacemos una consulta a Amel? El parecía saber sobre el tema.
Sara: ¿Después de robar los collares de su templo? Seguro que están buscando ya al ladrón, podría ser muy peligroso.
Eva: ya, pero, nadie nos vió entrar ni salir, ¿Recordáis?
-Recuerdo-
Las chicas iban a enfrentarse a Los Ángeles, pero, de repente, en medio de la batalla, saltaron muy alto hacia un árbol y no se les volvió a ver.
Sonia: yo voy, para salvar a ese dios seguro que tenemos que usar el Green Legend, paso de que nos maten a nosotras también...
Cristina: ¡Bien, pues vamos! Poneros las batas para cubrir los collares.
En el templo
El abuelo de Amel les dió la bienvenida.
Abuelo: hola chicas, ¿qué puedo hacer por vosotras? Veo que traeis a una nueva visitante.
Sara: soy Sara, encantada, verá, nos gustaría hablar con Amel.
Abuelo: por supuesto, en un momento vuelvo.
Un tiempo después...
Sonia: ya han pasado 15 minutos
Eva: ¿Por qué tardará tanto?
Sara: hay algo aquí que no me cuadra
Cristina: menos mal, creía que me estaba volviendo loca, es como un presentimiento, no sé...
Sara: bueno, me empiezo a aburrir, iré a dar una vuelta por el templo.
Sonia: no te alejes mucho, eres como nuestra guardaespaldas.
Sara: vaya, ¿eso és un halago?
Unos minutos después decidimos ir nosotras mismas a la sala de Amel, allí pudimos contemplar el cuerpo del abuelo tendido en el suelo, con los ojos cerrados y una posición que no parecía la de hecharse una siesta.
Eva: ¿Está bien señor?
Cristina se acercó rápidamente a el abuelo y comprobó su pulso en el cuello.
Sonia: no me digas que...
Sonia intuyó lo peor con tan solo ver la expresión de la cara de Cristina.
Tras tomarle el pulso apartó un poco su kimono y pudo apreciar un corte profundo en su pecho. El color del kimono hacia difícil ver la sangre.
Eva: ¡Tenemos que llamar a los policías!
Eva, Sonia y Cristina salieron a la calle en busca de ayuda, poco después una guarda que pasaba por allí se acercó.
Guarda: ¿Cuál es su problema?
Cristina: han matado a un anciano, se encuentra en la primera sala.
La guarda junto a refuerzos solo pudieron analizar la escena del crimen y retirar el cuerpo sin vida de el abuelo.
Las chicas se encontraban en la misma sala en la que esperaban hacía unos minutos.
Eva: chicas... ¿Dónde está Sara?
Sonia: ¿creéis que ha podido ser ella?
Cristina: la situación a sido bastante extraña y no podemos descartarla, pero no me fío ni un pelo de Amel. Por el contrario también hay dos o tres hechiceros más en este templo, así que no podemos acusar a nadie.
Mientras discutian esto Sonia se acercó a la entrada del templo, donde no había nadie, y cogió unas listas donde ponía algunos nombres. De repento entró a la sala de espera la guarda de antes y Sonia volvió con las demás, no sin antes guardarse aquella lista.
Guarda: me llamo Ana
Ana:
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Ana: me llamo Ana y soy la encargada de informaros de que la herida que tenía el anciano está hecha con una katana negra.
Cristina: ¿Y qué mas da el color de la katana?
Ana: vaya, sois novatas eh, las katanas negras están prohibidas, suelen tenerlas hechiceros de alto rango, y se usan con magia negra.
Continuará...
(¡Primer capítulo de la segunda parte! Espero que os haya gustado, no olvideis comentar tanto lo que más os ha gustado como lo que menos, ¡No os corteis! 💜✌)
