~ El regalo ideal ~

196 9 9
                                    

— Mary, estoy acabado. Nada viene a mi mente. — Dijo Terry quien curiosamente estaba bastante preocupado.

— Eso es raro en ti, vamos, jamás te has puesto a pensar tanto en algo como esto. Te he dicho que cualquier cosa que venga de tu parte será un hermoso presente para el pequeño Rock. —

— ¡Ese es el problema! Rock es demasiado humilde y me complica las cosas, quiero que este cumpleaños sea especial para él, creo que no me he visto como la figura paterna que él siempre ha necesitado. —

— Terry, no quiero herir tus sentimientos ni nada... Pero él no te ve de esa manera. Aunque no tiene caso que te lo diga, eres bastante idiota como para saber lo que sienten los demás por ti. — Suspiraba mientras se compadecía del pobre joven ausente en la conversación. Ella también sabía lo que era tener sentimientos no correspondidos por un "idiota de las peleas callejeras".

— ¿Sabes? Eso dolió, ¡también tengo un corazón! — El lobo se quejaba del trato de su acompañante a pesar de haber sido ¿una broma?

— Sí, sí, vamos Terry... Ya has bebido mucho, te llevaré al apartamento. El pequeño Rock se enojará conmigo si dejo que bebas más. —

Así es, Terry volvió a escapar de la cena saludable de Rock con la excusa de que tenía que encontrarse con Andy y Joe, pero simplemente quiso encontrarse con Mary y platicar acerca del regalo del menor. Terry se pasó con las cervezas y ahora había empezado a comportarse como un niño en su primera borrachera. Mary había tratado de no beber demasiado para poder conducir... Además de que presentía que algo como esto sucedería.

Ambos se subieron a la elegante moto y tomaron rumbo al viejo apartamento. El camino era alumbrado por las luces de la ciudad que parecían parpadear. Ya era tarde y no habían demasiados vehículos en las calles. El muchacho se aferró de la joven que conducía la motocicleta y se durmió en cuestión de minutos. "¿Dormirte a mis espaldas y sobre mi bebé? Nunca dejas de sorprenderme, Terry" pensaba mientras esbozaba una sonrisa.

Habrían pasado unos treinta minutos cuando sintió que empezaba a caerse en sus sueños.

— Ya hemos llegado, bello durmiente.- Dijo para molestarlo y dejarlo en su hogar.

— Oh gracias hermosa. ¿Vas a pasar? Apuesto a que él querrá saludarte. - La invitó cordialmente.

— Lo siento pero debo rechazar la oferta. Me encantaría ver la cara sonrojada de ese niño, pero tengo trabajo que hacer. Además... ¿No te habías escapado con una mentira? Si llegaras conmigo sólo lo enojarías más. — Trató de hacerlo entrar en razón, además de que estaba demasiado cansada (a pesar de que no se le notaba en lo absoluto).

— No creo que a él le moleste verte, pero bueno si tienes trabajo aún, pues no hay nada que hacer. Gracias Mary, nos vemos pronto. — Se despidió finalmente de ella y se dispuso a subir las escaleras.

— Vaya que puedes llegar a ser tan insensible... Estoy segura de que él estaría molesto si me ve contigo jaja... El resto queda en ti, pequeño lobo. Mucha suerte. — Susurró ella antes de subirse de nuevo a su transporte y regresar a su casa.

Mary había sido consciente de los sentimientos de Rock hacia Terry. Y a pesar de lo distraído que podía ser el veterano de las peleas, tenía un trato especial con él que iba más allá de la relación padre-hijo y maestro-discípulo. Por eso había dejado de insistir al corazón de Terry. Pero sabía que el adolescente aún estaba confuso por sus sentimientos al mayor y cualquier cosa podría desesperarlo.

Era curioso, el hijo de Geese Howard y el luchador que salvó a Southtown del señor que intentaba apoderarse de la ciudad. No podía esperar a ver cómo las cosas marcharían entre los dos y era posible que todo comenzara en el cumpleaños del más chico.
                             
                               • • •

¿El regalo ideal? // Terry x Rock // One-shotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora