Una joven de cabellos dorados corría sin parar por los pasillos de aquella escuela, apresurada a llegar a su salón de clases todo por culpa de su alarma que no había sonado porque se había descompuesto.
Llegó y tocó la puerta de la cual es su salón, nerviosa de que el profesor le dijera que no le permitía entrar a tomar sus clases.
—Pasen.—dice el profesor desde adentro de la aula.
A la rubia le temblaba las manos al estirar el brazo para tomar el pomo del la puerta y la abrió rapidamente para no perder más tiempo.
—Buenos días profesor.—tallaba con su mano nerviosamente los tablones de su falda.—Disculpe por llegar tarde...le prometo que no volverá a pasar.—la rubia agachó la cabeza hacia el suelo, esperando que el profesor no le diera permiso y que le dijera que esperar afuera hasta que termine su clase.
El profesor la mira y pensó por varios segundos al verla, sabía que ella es una de mejores alumnas que tiene y que ella no llevaba a su clase tarde por cualquier cosa.
—Que no se vuelva a repetir señorita Tsukino.—el profesor ve que había agachado la cabeza y que no lo miraba.
Alza su rostro y sin pensarlo dos veces ingresa al salón.
—Gracias profesor.—
El profesor seguía explicando y ella camina hacia su asiento pero no faltaron las buyas y los papelitos mojados de saliva por parte de sus compañeros pero aunque le molestaba que fueran así con ella, nunca decía nada.
Una hora después.
El profesor les indicaba que era hora de que guardarán sus cosas para que salieran a tomar su almuerzo, mientras que la joven rubia se sentía tan mal de estar sola como siempre, sin ningún amiga(o).
No se juntaba con nadie porque nadie quería ser su amiga(o)
Solía soñar con siempre tener amigas en la secundaria pero nadie quería estar cercas de ella, por ser simple hecho que es la nerd de la escuela, asi que la mayoría de las veces se quedaba en su salón sola.
Pero esta vez alguien le rugía el estómago y se le había hecho tarde que se lo olvido traer almuerzo.
—Tengo hambre demasiada hambre, por suerte me dieron dinero.—reviso su suerter y checo cuánto dinero le había dado, pues así como se lo dieron lo puso en el bolso de suéter.—Voy a ver que hay en la cafetería y después veo que compro.—se levantó la rubia de su asiento y toma sus lentes para poder ver bien mientras camina y se dirige hacia afuera del aula.
Mientras caminaba en los pasillos miró y escuchó, el escándalo que traían las chicas de primero y tercer grado, muchas de ellas murmuraba y no alcanzaba a escuchar de que se trataba a hasta que alcanzo a oír a una de las chicas de tercer grado.
—¡¿Escuchaste?! llegó un chico nuevo de intercambio a la institución.—dice una de ellas emocionada.
Ella las miro y siguió caminando pero alcanzó escuchar de que se trataba.
—Si, ya lo vi. Esta guapísimo, es de tercer grado.—le comento a su amiga la segunda chica.
Se quedó pensando por varios minutos y reaccionó, a pesar de que le gustaría algún día dar su primer beso con un chico que a ella le gustase, a ella no le llamaba la atención cualquier chico y más si escuchó que se trataba de un chico nuevo y además guapo que se imagina que va a hacer uno más de los que la molesten, por eso en su corazón no cualquier chico entraba y odia saber que los niños bonitos siempre creen que tienen la atención de toda chica.
—Tsk, solamente es un chico igual que los otros.—dice Serena sin prestar atención a los comentarios.
Para ella todas las personas son iguales, todos valen por igual porque por más que tengan dinero eso no te hace ser más valioso.
La rubia camino y mieo que había un círculo de chicas, Serena se acerco a ver que en la fila había una vecina de ella en el montón de chicas, más bien una examiga de Serena.
—Minako.—toco su hombro.—¿Que es lo que esta pasando?.—le pregunta extrañada a la rubia del moño anaranjado.
Su examiga volteé a verla y sonrió.
—Es el chico de intercambio, deberías de admirar la belleza de este chico, es demasiado guapo.—comenta la rubia del moño anaranjado.
"Adorar la belleza de un hombre es demasiado tonto.—penso."
—Es un simple chico.—le contesta a Minako pero aún así por curiosidad de ver como era aquel chico.
Se resiste a no verlo y no darle importancia como las demás amigas pero Minako la jalo hacia enfrente para que lo viera.
Miro hacia donde estaba aquel chico pero el se encontraba viéndola, los dos se quedaron viendo por varios segundos, se encontraba en una banca, nunca pensó que las chicas de su instituto fuera tan locas y acosadoras para que lo tuvieran así de acorralado como un pájaro.
Se dio cuenta de que el no hacia por quitarle la mirada de encima, mejor optó por darle la espalda y irse de ahí.
—Sabía es un chico cualquiera.—dice acomodándose sus lentillas.
Ella siguió su rumbo en buscar que almorzar, dándole poca importancia de lo que le hacían a ese chico lo que le parece demasiado gracioso es que las chicas de su escuela endiosan a cualquier chico común como ellas.
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Nuestro primer beso. «Serena y Darien».[Completa].
De TodoSerena Tsukino al principio no le agrada el nuevo alumno de la escuela Darien Chiba en el despierta un interés desde el momento en que la vio. Primer besó. Primer amor. Darien Chiba. Serena Tsukino Historia escrita por Sara Aino/@SaradeJungkookV/Sar...