Pesadillas extrañas

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Desperté por la mañana, ayer mis amigos vinieron a visitarme, tristemente no logre ver a Sticks ni a Avatar con ellos, no se lo que ha pasado y no me dio tiempo de preguntarles sobre lo sucedido, cada vez que intento recordarlo siento ligeras punz...

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Desperté por la mañana, ayer mis amigos vinieron a visitarme, tristemente no logre ver a Sticks ni a Avatar con ellos, no se lo que ha pasado y no me dio tiempo de preguntarles sobre lo sucedido, cada vez que intento recordarlo siento ligeras punzadas en mi cabeza, no logro recordarlo con claridad y eso me molesta

Solo me recuerdo a mí y a Avatar en el laboratorio, varios gritos de Sonic, luces y vidrios debajo de mi, y un horrible dolor en mis piernas. Lo demás es borroso.

Ni siquiera se como llegué a romperme ambas piernas, mi hombro me pica desde anoche, unas vendas lo cubren y no puedo verlo con claridad, la enfermera me dijo que es algo normal, las vendas a veces pueden picar me pero por ningún motivo debía quitármelas, aseguró que una terrible herida fue encontrada ahí, así que hasta hoy sigo con ese malestar. No quisiera infectar la.

Estoy aburrida, solo son las tres de la mañana, no puedo hacer nada mas que esperar, ni siquiera hay televisión, no tengo mi celular ni nada por el estilo. Hay una especie de balcón afuera, pero pararme e ir no es una opción. Intento dormir, de verdad que intento hacerlo pero no puedo, las pesadillas me surgen.

Me imagino a mi, en el baño observando las heridas de mi rostro a causa de los vidrios, después por instinto, siento una mirada, miro hacía la puerta del balcón observando un pequeño ojo asomándose entre un espacio que las cortinas no pueden cubrir, un ojo entre anaranjado y rojo, como unas llamas me mira penetrante, me quedo estética en mi lugar temblando ante tal horror.

¿Quién es?, ¿Qué es lo que quiere?, intento moverme pero mis pies me lo impiden, a pesar de que están rotos, en mi sueño no lo estaban, tome valor y me acerque a la puerta, cuando estaba al punto de abrirla el ojo solo se marcha para no regresar, abro la puerta gritándole a esa cosa que se aleje de mi, pero lo único que veo es una sombra negra mirarme debajo de un árbol, su silueta me es familiar, flores tiradas en mi balcón que me aseguro de tomar y desechar por el retrete.

Espero no volver a ver esa cosa de nuevo, hasta ahora un sentimiento dentro de mi, angustia y temor me han invadido, como si algo estuviera mal, no solo en la tierra....en mí. Me revuelvo en las cobijas incomoda y decido pasar la madrugada despierta.

Horas después, llega la enfermera con una charola llena de comida, vegetales, y una pequeña gelatina de postre junto con un vaso de agua.

Agradezco por la molestia y se retiró con amabilidad, apenas iba a probar un bocado cuando unas nauseas repentinas llegan a mi estómago, cubrí mi boca al instante. Que raro, siempre me ha gustado la calabaza.

Decido dejar mi comida en la mesa de al lado, todo lo que venia para que pudiera comer me causo molestia y asco.

Supongo que no podré comer hasta después, ¿Cuánto tiempo llevo aquí?, ya han pasado horas y mis amigos no han venido a verme como lo prometieron. Tal vez estén en la ciudad disfrutando un poco de las vacaciones.

Debajo del color rosa [Shadamy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora