– Gemma, no vayas a decirme que te quedaste dormida– dijo mi madre dando un par de golpes a la puerta de la habitación, como reacción instantánea me senté en la cama y froté mis ojos, no podía ser cierto.
– En seguida bajo mamá– añadí y desconecté mi celular para comprobar la hora, 7:30 a esta hora Liam ya estaría esperándome para que vayamos juntos al instituto, en ese instante regresé a la realidad con el sonido de un claxon, demonios, ya estaba afuera, tengo unos 5 minutos para cambiarme y salir relativamente decente de casa.
Saqué un par de vaqueros, una blusa y una chaqueta de mi armario, un par de botas y me cambié a toda prisa – Liam te está esperando, dejaré una botella con jugo para ti en la cocina, al menos desayuna eso– dijo mi amada madre soltando luego un par de carcajadas – espero que hayas dormido bien al menos Gem – y escuché sus pasos alejándose de mi habitación, como amaba molestarme esa mujer, al final así la amo y ella a mi.
Recogí mi pelo en una cola de caballo, agarré mi mochila y un bolso pequeño donde guardaba algo de maquillaje, bajé las escaleras corriendo, directo hacia la cocina para agarrar la botella con el jugo – Adiós mamá, nos vemos a la noche– dije con un grito y salí de la casa. Frente al garaje se encontraba Liam en su Jeep Negro, subí al asiento del copiloto y lo saludé con una sonrisa – Buenos días Señor– el sonrió y arrancó, por suerte aun estábamos a tiempo.
– ¿Señor? Se nota que pasaron los años mientras esperaba que salieras Gem, apostaría mi almuerzo a que te quedaste dormida ¿o me equivoco? – lo miré con una sonrisa saarcástica o como el diría mi cara de "me conoces tan bien triple papasito Liam", tomé mi bolso con el maquillaje y traté de arreglarme un poco, rizar mis pestañas, un poco de mascara y un labial bajo, no ví la necesidad de utilizar base porque mi piel se veía radiante el día de hoy, lo que era un milagro. –No te pongas tan guapa, luego los asustarás cuando te vean sin el maquillaje– dijo el muy gracioso.
–Vaya te levantaste de buen humor, va llover – dije y me miró serio – mentira sabes que te amo estúpido– le mandé un beso volador y el giró los ojos.
– ¿Qué tipo de amor es este? Dices que me amas pero luego me llamas estúpido – dice llevándose una mano al lado derecho de su pecho.
– No quieres que te diga estúpido y no sabes de que lado está el corazón– dije riendo a carcajadas y el simplemente siguió conduciendo – además soy tu mejor amiga, tengo derecho – dije orgullosa – y debe haber un equilibrio, no puedo ir por ahí diciendo solo cosas hermosas, no es tan yo – asintió y giro la calle, cualquiera se daría cuenta que en esta calle había un instituto, muchos adolescentes caminando por la vereda y un par de buses escolares media calle mas adelante, buscamos un espacio donde estacionar y bajamos.
Caminamjos hacia la entrada y se comenzó a sentir que la hora de entrada estab pronta, alumnos caminando con prisa hacia adentro, una multitud en la puerta, a penas atravesamos la entrada nos dirigimos a nuestras taquillas.
– Química ¿y tú? – dije mirando a Liam cuya taquilla se encontaba tres a la derecba de la mía, pero el ya se encontraba hablando con alguien más así que saqué los textos que necesitaba y guardé lo demás, cerré la taquilla y me encontré con una pequeña amiga detrás de ella – Key – dije haciendo que quitara su mirada del celular y me lanzara una sonrisa amistosa.
– ¿Qué tal Gemm? – pregunta mientras comienza a caminar, dudo sobre contarle lo de mi padre, pues aunque ya sabe la historia completa no creo que el hecho sea de gran relevancia. Tomo la decisión de no decirle nada y cuando estoy a punto de responderle un brazo se posa en mi hombro.
– Pensabas dejarme atrás ¿no? – es Liam con su mochila colgada en un hombro, nos dedica una sonrisa y luego saluda con la mano a un grupo de chicas a nuestra derecha en el pasillo.
– Es que estabas ocupado con tu amiguito – añado sacándole la lengua, para que se hagan una idea Liam es el típico chico del que todos quieren ser amigos y con el que todas las chicas quieren salir, no voy a mentir, está guapo, rubio y de ojos claros, el típico cliché, pero es prácticamente un hermano para mi, nos conocemos desde hace casi 10 años.
–Mi amiguito se llama Jacob y– comenzó a decir pero Keyla lo interrumpió – Sabemos como se llama pero tampoco es que nos importe mucho lo que estaban hablando, ahora me voy a clase, nos vemos en el almuerzo – se despidió de nosotros y se marchó.
– Mal día supongo – añadió Liam y yo simplemente asentí, malos y buenos días nuestra vida está repleta de ellos y muchas veces lo que nos sucede influye en la vida de los demás, todo porque no sabemos como lidiar con ello, no apreciamos ni los buenos, ni los malos días, porque no somos conscientes del tiempo que vivimos, una cuenta regresiva que en cualquier momento puede llegar a su fin – ¿En qué piensas? – su voz me trajo de vuelta a la realidad-
– En nada – dije con una sonrisa – ¿Vamos a Química verdad? – asintió y seguimos caminando por el pasillo, la razón por la cual Keyla se había ido a otra clase es que ella estaba en el área de Humanidades y nosotros dos en la de Tecnología, por las carreras que habíamos elegido, o bueno se suponía que habíamos elegido para seguir en la universidad.
Llegamos al aula y nos sentamos, yo en la primera fila y Liam en las últimas, éramos bastante distintos en muchas cosas, yo suelo ser bastante aplicada, con las mejores notas y mi círculo social no es tan grande; mientras el no tiene de las mejores notas, pero aprueba, es del grupo de los populares y creo que no existe una sola persona en toda la ESO que no hable con el.
Cuando nuestra maestra ingresó al aula estaba acompañada de una mujer algo más joven que ella, traía un montón de papeles y volteé a ver a Liam para tranquilizarlo porque a lo que recordaba no empezaríamos las clases con exámen, me sonrió reconfortado.
– Bueno jóvenes, se librarán de mi clase en esta ocasión pero solo porque esto se considera decisivo para su futuro – bastó que dijera eso para que supiera que nos darían otra de esas charlas de orientación vocacional y nos aplicaran uno de esos test que te da como 10 opciones de carreras que puedes elegir; no es que ya tuviera mi carrera elegida y mi futuro solucionado, simplemente es que no me satisfacía nada de lo que me decían y no me gustaba la sensación de presión, todo el mundo parecía haber escogido algo y yo una de las alumnas más destacadas no tenía nada claro. Pero que podría hacer al respecto, aún quedaba tiempo e iba a tomarme cada segundo existente para asegurarme de tomar la decisión correcta, porque yo quiero dedicarme el resto de mi vida a algo que realmente ame hacer.
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En mi galaxia
Teen FictionVivimos en un mundo lleno de angustia por el futuro, no nos ocupamos de vivir el hoy, no buscamos el sentido de nuestra existencia y peor aún, no nos sentimos conformes con nosotros mismos. ¿Cómo es que sobrevivimos sin tener idea de quiénes somos...