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Un mes después.

me levante temprano por la alarma molesta que sonaba por toda la habitación.

-Puedes apagar eso-dijo Judith pegando aún más su cabeza contra la almohada.

-Lo siento cariño,la necesito para traer dinero a la casa-dije incorporándome hacia ella para darle un beso en su cabellera rubia.

-Nos vemos por la noche-
Dije y después de eso no escuché una correspondencia lo que me imaginé es que se volvió a quedar dormida.

Después de estar cambiada,fui a la cocina y en un termo serví café caliente.
Camine hasta la salida y después de eso fui hasta mi vehículo.

Había un tremendo tráfico,estaba que me explotaba la cabeza con aquellos carros haciendo ruido.

Sabía que llegaría tarde y esto no sería excusa para Contreras,tomé el impulso del contratiempo que tenían y me fui por un callejón que conectaba al hospital.

Una vez que llegue,estacione el vehículo y camine a paso rápido al hospital.

-Buenos días-dijo el recepcionista.

-Buenos-choque con otro doctor por voltear a saludar al recepcionista.

-Lo siento,yo-me encogí de hombros y seguí caminando.

Después de unos minutos llegue al grupo de doctores,a lo lejos escuché a Contreras dando órdenes.
Me apresuré más y me mentí entre ellos,escuché algunos comentarios pero aún así los ignoré,miré al suelo deseando que Contreras no me viera.

-Bonita hora de llegar Jáuregui-dijo y todos abrieron paso para que ella pudiera verme.

Maldije en mis adentros mientras arqueaba mis cejas.

-Lo siento Contreras,mi alarma no-

-Nada de excusas Jáuregui!-me interrumpió de golpe,haciendo que todos saltarnos de sorpresa.-Todos a trabajar o esperan ver cómo lleva las consecuencias por llegar tarde-dijo viendo a cada uno de los doctores a su alrededor.
Ellos no perdieron tiempo y salieron corriendo a distintas direcciones.

Yo en cambio me quede en silencio esperando el castigo por parte de Contreras.

-Jáuregui ve con tu caso por favor-dijo de repente,pero no grito ni lo hice como una orden directa,solo lo pido.

-Solo eso?-pregunté asegurándome de aver escuchado bien.

-Hazlo ahora antes de que me arrepienta-dijo como una orden así.

Yo solo asistí con mi cabeza y corrí antes de que cambiara de parecer.
En el fondo sabía que Contreras tenía un corazón noble pero también había un poco de hielo en el que lo aprovechaba con sus internos.

Una vez que llegue al piso dos,fui a la recepción para preguntar si había vendió alguien en la mañana para preguntar por la morena.

-Que tal-Salude mientras firmaba mi reporte de hoy.

-Buenos días doctora Jáuregui-saludó Marta.

-Buenos días Marta,de casualidad han venido a preguntar por Camila Cabello,habitación 93-la miré con esperanza de que digiera que si.

Ella miro unos segundos en la computadora para después levantar la cabeza con negación.

-No-dijo sin más porque esa era la pregunta que hacía cada día que venía a ver a Camila.

-No puede ser-gruñi con frustración.-Gracias Marta-di media vuelta y camine hasta la habitación de la chica.

Una vez que llegue a miré ahí a la chica recostada,la miré por unos segundos desde la puerta.
Había procesado tanto en estos días,ya no llevaba vendajes y cada vez su rostro tomaba normalidad,su hablar ya era más fluido pero aún así tenía dificultades.
Miré como se removía en la cama dando señal que estaba apunto por despertase.

La chica del brazalete Where stories live. Discover now