La noche tormentosa

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Acostada en mi cama sin poder conciliar el sueño. Daba vueltas y vueltas el té qué bebí para calmarme no funciono... Valla suerte la mía. En el trópico en Puerto Rico es común qué en las tardes llueva; ese no es el problema.. El problema es que ya era de noche y la oscuridad era inmensa. Mi vela estaba a punto de consumirse. Decidí rezar un padre nuestro. Los rayos y truenos no me dejaban concentrarme. Decidí levantarme de mi cama camine hasta mi ventana. Todo oscuro con neblina. Un escalofrío recorre mi espalda. Santo Dios que podrá ser me pregunto? Debajo del árbol de aguacate vi algo moverse. Mi corazón quería salirse de mi pecho... Dios santo protejeme. Rápido cierro la ventana. Corro a mi cama me arropo y comienzo a rezar. Padre nuestro que estas en los cielos reze hasta caer dormida. Algo roza mi cabeza luego mis piernas. Me despierto. Al abrir mis ojos no podría ser peor era mi difunto amigo José. José cuyos ojos brillantes destilaban una maldad antigua. Quise gritar , el con su mano fría toca mi boca y ordena silencio. Dios ayúdame. Esto es una pesadilla Dios. Comenze a llorar. El como un animal se pone violento. Me toma por el cuello con sus manos y rasga mi vestido. Con una voz monótona y sepulcral me dice ; te vine a buscar desde el más allá, no te he podido olvidar y tu amada Lirio me rechazas. Yo te vengo a dar la vida eterna . Qué más regaló o prueba que esto. Sin decir más me mordió mi pecho derecho el dolor era insoportable . Luego se tornó algo placentero en contra de mi voluntad. José parecía una bestia hambrienta de mi . Mientras tanto mis lágrimas rodaban por mis mejillas. Me sentía ultrajada y humillada. El mordió su muñeca y la puso sobre mi boca yo Al punto del colapso sin energías quería morir. Bebe mi sangre querida amiga serás mi bella inmortal. Recordemos buenos tiempos. Por favor José no me maldigas así. No te maldigo te doy el regalo de la vida eterna preciosa. Su sangre sabía a el más dulce y fuerte de los vinos. Delicia no quería parar de beberla. El se aleja de mi sutilmente. Me estrecha su mano. Me levanta me lleva hasta mi espejo al mirar veo una belleza de cabellos largos y rojizos, ojos negros brillantes, piel blanca como la luna , suave como la seda. Abro mi boca y veo mis colmillos largos y puntiagudos. Al mirarme sentí un placer oscuro. José sonreía tan hermoso y siniestro a su vez. Tomo mi mano y bajamos por la ventana caminando sobre la pared. Sólo el y yo entre la noche colmada de estrellas..

Historias de Vampiro (various short)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora