Historias de Vampiro (various short)

La Santa Campanía

Aquí estoy en Galicia en un bosque frondoso. ¡Que magia respiro en el aire! , mágico pueblo. Algo me llama al sendero, un deseo en mi alma no lo puedo evitar. No debería de estar caminando sola a las tres de la madrugada pero no me importa.

Escucho las campanas sonar, en el ambiente un olor a cirios, me da escalofrío. Asustada con el corazón en la garganta me escondo detrás de un gran árbol y veo una procesión de monjes, cantando en latín, no logro ver sus rostros me comienzo a poner inquieta, mi alma tiembla. Comienzo a invocar a San Miguel y a todos los santos habidos y por haber. Los monjes comienzan a mirarme yo rezo, rezo y rezo. Las almas malditas me rodean. Yo me tiro al suelo boca bajo las almas desaparecen.

Agradecida me voy corriendo por el camino encuentro una ermita con las puertas abiertas. Decidida entro dentro de la ermita, miro al fondo estaban los monjes sin rostro. Caigo al suelo mareada. Al abrir mis ojos vi un monje con la cruz de los templarios en su túnica. Miro hacia el altar Jesús no estaba estaba el macho cabrío, la cabra de Méndez Baphomet. No puede ser me tape la boca consternada. Dios mío no, repetía una y otra vez. El monje me tapa la boca; blasfema no oses pronunciar a Dios aquí. Somos hijos de Lucifer. Dicho esto me levantan del suelo, quitan mi ropa y mi rosario.

Me depositan en el altar uno de ellos toma en sus manos una copa de oro y vierte sobre mi vientre sangre. El de la copa me beso en la boca, intento moverme pero estaba inmóvil. El sacerdote con sus ojos rojo infernal se acerco a mi y comienza a manosearme yo estaba histérica el abre bruscamente mis piernas y me forza a estar con el. Me resistí y resistí pero no pude más y me deje llevar.

Al despertarme ya estaba amaneciendo me miro mi cuerpo estaba desnuda, miro hacia el altar no es una pesadilla es realidad. Me incorporo y salgo corriendo de la maldita ermita con temor en mi corazón.

Nunca más volví a caminar por ese bosque, pero cada noche escucho sus oraciones malditas.