One Shots | Lumón | + SoyLuna3

1 | Cómo la primera vez | p.2

Queridos lectores
No me maten. Por favor. Tienen toda la razón en querer hacerlo pero les daré una mejor para no: nunca sabrían el final de la historia. Jaque mate.
Ahora en serio, perdón, 6 meses es demasiado tiempo, pero les aseguro que siempre busco que el capítulo esté lo mejor. Disfruten
Ps: No se esperan nadita el final.

" " " " " " " "

Despierto del transe y le dirijo una mirada confundida.

- Sí, o sea el próximo año, en las vacaciones. - Respondo no antes de un pequeño momento de reflexión.

- No, digo, ya, ahorita, en este instante. - Replica insistente.

- Estás loco ¿O qué? - El lunes tendría escuela y él trabajaría. Soy alunada pero a veces me supera.

- Ya verás. - Me sonríe de forma complice y cada vez lo entiendo menos.

De la nada toma mi mano en la suya y salimos volando por la puerta del backstage.

En el camino enumero todas las razones por las cuales no podíamos viajar así de pronto, créanme, son bastantes. Lo hago apresuradamente como tengo la costumbre. Todo mientras evito arduamente los pasantes.

Simón parece burlarse de mí pues su boca apenas esboza una sonrisa, ésta deja sus dientes blancos y radiantes a la vista, de allí no se atreve a salir una palabra. Él camina en el maldito silencio.

Si la idea es dejarme en suplicio pues !Felicidades Simón!

Misión cumplida.

Ahhh! Me harta. No logro distinguir se hablo con él o con una estatua.

...Esas que contemplas y te preguntas como rayos es posible que tamaña arte exista. ¿Lo saben?

Ahrg

Tienes razón, digo, tengo razón. Tal vez esté pasando el colmo de la cursilería pero... pero... hace parte ¿No?

Y señora y señor Álvarez son artistas, es un facto irrefutable.

Apenas piso el suelo afuera el Roller, Simón para un taxi y nos ponemos adentro. Corrección : me ubica en el asiento de tras izquierdo contra mi lúcida voluntad, antes de que tan sólo pueda gesticular o objetar. 

Simón se instala en el lugar justo a mi lado. Lo miré con enfado, tampoco es como si le importara, murmura al taxista el trayecto y su única preocupación aparenta ser que yo lo escuche.

 Un clic anuncia que las puertas del taxi se sellan, quitándome la ilusión de escape. Me limito a cruzar los brazos contra mi pecho, recostarme el espalda y preguntar a mi "secuestrador" hacia dónde me lleva.

- ¿Confías en mí? - Cuestionó como respuesta. 

Al instante algo se vuelve claro, límpido y transparente en mí, lo hacía, aunque tenga éstas ideas delirantes y me saque de quicio. La neta, su voz podría suplicar cualquier locura, la cometería probablemente. Quizás debería resentir miedo ante eso pero no. Ni una gotita se manifesta. Asiento con la cabeza.

Enseguida sin otras opciones me resigno a mirar por la ventana. Los árboles verdes desfilan uno a uno delante mis ojos del mismo color, pero no les presto atención alguna. En mi mente resuenan las palabras de Simón.

"No sé si creo en casualidades."

Será que lo nuestro era destinado?

No lo sé. Supongo que mi question quedará en el viento, así como muchas otras pero me divierte meditar sobre esa posibilidad.