One Shots | Lumón | + SoyLuna3

1 | Cómo la primera vez | p.3 (final)

Holis!! Nos encontramos de nuevo ¿verdad? Se los extrañaba.
Soy Luna se terminó hace un año? Wow. De verdad nuestro fandom anda medio apagado así que tampoco sé que hacer con el libro.
Este capítulo es el último de esta historia, veremos si empiezo otras. Ojalá les guste y sobretodo que lo entiendan todo...

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Cada segundo se asemeja a una eternidad y la curiosidad amenaza corroerme lentamente, lo que me lleva a guiñar un ojo a la vista delante mío, buscando tranquilidad. Mi deseo se concretiza pues la encuentro rápidamente pero la misma, de lo más traviesa, me abandona con la misma velocidad. Me retuerzo ante la desagradable sensación de frio con inicio en el cuello y continuación en el resto del cuerpo. Oigo esa risa inconfundible.

Lo mato.

- Te mato! - Pero antes de hacerlo, me atribuyo el breve tiempo de posar mi mirar sobre lo que trae en sus manos atareadas : una caja conteniendo otra, menor, en la cual distingo el dibujo de helado amarillo. Ahí! El maldito objeto importado de Polo Norte con el cual me agredió !... Al fin, una larga manta de picnic, patrón ajedrez, escarlata y azul bebé. Su guitarra se colgaba suspendida por un hilo negro en su espalda.

Mi análisis completa, me dispongo a saltar con mis garras fuera. Encarno un auténtico predador: en frente mío se presenta mi presa y estoy determinada a cazarla. Cuando aterrizo lo único que palpo es la suave brisa. Su escape, que debo admitir brillante me toma por sorpresa y a él le da el tiempo de soltar todo delicadamente sobre el suelo arenoso.

He perdido una batalla, no la guerra.

- Primero necesitas llegar a mí! - Gritó, obvio y confiante, demasiado para mi gusto.

Oh descuida, si, lo haré.

Mis pies se mueven, más rápido de lo que pensara, largo detrás de él. No me porto nada mal corriendo. Mi mamá dice que tanta energía necesita ser utilizada. En la escuela suelo destacarme en la corrida de 50 metros pero soy pequeña, como era esperarse esas chicas altas con piernas aventajadas me ganan, aunque por poco. 

No obstante, ellas no serian competencia para Simón. Me esfuerzo bastante y sí, casi lo cacho por veces sin embargo el cansancio comienza a aparecer sin ser invitado mientras que Simón no demuestra una sola señal de debilidad. Se desplaza, veloz como si se tratara del viento, sin nunca dejar atraparse. Mis dedos logran el raro milagro de chocar su pelo volante, de vez en cuando, pero pronto dejan de hacerlo. Hemos empezado una persecución interminable. No, tendrá un final, ya lo conozco y no lo aprecio. Ese en donde desisto. 

Ah, para los que no me conocen, la determinación se gana el lugar del top 1 de mis características. No voy a tirar la toalla tan temprano. Llegaré hasta donde el agotamiento me lleve.

He perdido ventaja de unos diez segundos promedio, pensando. Reoriento mi concentración para mi objetivo bien que me veo impedida por un gran pequeño detalle: se fue. Giro sobre mí misma de trescientos y sesenta grados pero no hay una señal de Simón.

Súbitamente una descarga de peso se amontona encima mío, acto a lo que mis pies vacilan bruscamente. Se oponiendo a mi pensamiento, el impacto de mi espalda en el suelo no es tan grave. Caída resuelvo el misterio. El autor, el peor y menos discreto criminoso me dedica una sonrisa a escasos milímetros de mi cara.

- De veras Simón? Además de muy cliché, lastima. Por lo menos en las películas no ve tan doloroso. Ay... - Lo regaño mientras me retuerzo y exagero una mueca de dolor. No es que esté lesionada o siquiera enfadada pero se merece una pequeña punición.

Técnica clásica, además de certera para atención. Cuánto orgullo!

Oh, por supuesto se te extrañaba.