『 El inicio 』

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Todo ocurrió durante una noche tormentosa sin luna, sin estrellas, solo siendo iluminada por los faroles que daban su diminuta luz amarillenta que cubría por debajo de los enormes edificios que abarcaban la gran ciudad, acompañada de la abrumadora...

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Todo ocurrió durante una noche tormentosa sin luna, sin estrellas, solo siendo iluminada por los faroles que daban su diminuta luz amarillenta que cubría por debajo de los enormes edificios que abarcaban la gran ciudad, acompañada de la abrumadora soledad que había en aquellas apenas iluminadas calles.

Los pasos de aquella persona resonaban con violencia al chocar contra los abundantes charcos de agua, con paso apresurado, temeroso, sus manos que tomaban su sombrilla temblaban levemente y no por el frío, sino por miedo, un miedo evidente para aquél que le observaba con ansias desde las sombras, esperando que llegara el momento adecuado para llevar a cabo su plan.

Una cafetería abierta fue su salvación, entrando a está apresuradamente, importandole poco el hecho de que estuviera casi empapado, sólo quería sentirse seguro ¿era mucho pedir?, se limitó a suspirar y cerrar su sombrilla, tomando asiento en una de las mesas, junto a la ventana, la camarera se le acercó sonriente mientras pedía su orden y se retiraba después de haberla obtenido. En eso, alguien más entró, estando aún más empapado que nuestro sujeto principal, a paso calmado y entre unas cansadas respiraciones se acercó sonriente al primero, preguntando si no había problema de que se sentará con él a lo que este, algo extrañado respondió que no, ganándose así un nuevo acompañante.

Charlaron un poco en los que sus pedidos iban y volvian, comentando ciertas cosas sobre el clima hasta que se tocó el tema de sentirse perseguido entre toda esa tormenta, el temor del protagonista no fue pasado desapercibido por su agradable acompañante, a lo que este se ofreció sin problema alguno a acompañarlo hasta su casa.

El otro, no muy seguro terminó aceptando la oferta, concluyendo asi su estadía en aquella cafetería, pagando y retirándose del lugar a un paso más calmado, seguro. Los minutos pasaban de manera lenta con el caminar de aquellas dos personas que se dirigían hacia un destino bien conocido para los dos.

Justamente a pocas calles de su hogar fue donde todo se puso de cabeza para el pobre e ingenuo protagonista que de un simple golpe en la nuca terminó inconsciente, en los brazos de su ahora secuestrador.

¿No te enseñaron a no confiar en extraños? Debiste seguir tus instintos. . .

░⃢꧇𖨡⃟⃟ᬼ⃟⃟⃤ཱུꦾ᥆ᥒᥣყ ℳιᥒᥱ𖨡⃟⃟ᬼ⃟⃟⃤ཱུ↳❝❬𝓡𝓸𝓵𝓮𝓹𝓵𝓪𝔂❭❞ (𝒓𝒆𝒎𝒐𝒅𝒆𝒍𝒂𝒏𝒅𝒐)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora