Capítulo 2

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- Tom…

Ni Georg ni yo podíamos apartar la mirada del rubio. Ambos estáticos. Ambos blancos como el papel. Ambos cautelosos y asustados.

Georg fue el primero en salir del pequeño trance y le regaló una sonrisa a mi hermano, fingiendo que no pasaba nada.

- ¡ Tom, amigo! – le saludó - ¿ cómo va la fiesta?

- ¿ Qué haces aquí, Georg?- a diferencia del castaño, el rubio estaba serio y con la mandíbula apretada; una señal clara de que no estaba nada contento.

- Oh, pensé que Bill estaría un poco aburrido y vine a ver cómo estaba.- se excusó Geo con su carácter risueño y alegre- Y al ver que estaba jugando, quise hacerle compañía.

- Compañía, ¿eh?- susurró Tom lo suficiente alto para que tanto Geo como yo le escucháramos. Acto seguido su mirada se posó en mi, una mirada oscura y penetrante que provocó que bajase la mirada ante su presión, incómodo.

 Acto seguido su mirada se posó en mi, una mirada oscura y penetrante que provocó que bajase la mirada ante su presión, incómodo

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El silencio reinó en la habitación. Me puse nervioso y comencé a jugar con los cordones de mis zapatos, tratando inútilmente de distraerme con algo que no fuese la mirada de Tom.  De pronto escuché los pasos de mi hermano acercarse y mi cuerpo se estremeció. Miré de reojo a Tom y le vi de pie a mi lado. Cuando alcé la vista para mirarle, me regaló una pequeña sonrisa que, en vez de tranquilizarme, me inquietó todavía más y volví a bajar la mirada. Me era todo un reto sostenérsela sin que me afectasen esos ojos oscuros.

Entonces Tom se posicionó detrás de mi y se agachó, cogiéndome de las axilas y alzándome lentamente. Yo preferí quedarme callado y estático, pero Georg no estaba dispuesto a hacer lo mismo.

- Tom- su voz sonó por toda la estancia, firme y fría, nada más alejada de su típica voz calmada y melodiosa. Le estaba advirtiendo.
Tom pareció ignorarle y siguió con su tarea de alzarme, para luego sentarse él y colocarme sentado encima de sus piernas; haciendo que mi espalda chocase con su pecho. Seguí igual de quieto y confuso, sobre todo cuando pasó sus brazos por debajo de los míos y me abrazó la cintura. Muchos escalofríos recorrieron mi columna, erizándome el vello de la nuca. Esto era tan extraño.

- Tom- volvió a advertirle Geo, esta vez levantándose poco a poco. Preparado para cualquier señal de peligro- ¿ Qué haces?

- Estabais jugando ,¿ no?- habló Tom y sentí su calor corporal cuando  me pegó más a él- Parece divertido, así que también me quedaré a veros.

- ¿ Y qué pasa con la fiesta?- Georg se tranquilizó un poco y volvió, tan solo lo justo, a hablar de forma relajada y amistosa- ¿ No vas con la peña?

- Que le den a la fiesta y a la peña- soltó Tom con una sonrisa y apretándome levemente la cintura, exactamente en el lado donde Geo no viera tal acción. Otro escalofrío recorrió mi espalda y traté de moverme para separarme, pero Tom me tenía bien  sujeto. Le devolvió a Geo una mirada con los ojos entrecerrados, claramente le estaba retando- Prefiero unirme a vosotros, ¿ hay algún problema con eso?

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