11

24 7 0
                                    

Quizá mi depresión habría terminado mal si no fuera por Marcos.

Era solitario, aunque no se comparaba conmigo.

Se lo veía con otras dos chicas, una era gordita y simpática e iba a otro curso. A la otra nunca le había prestado atención, tampoco iba a mi curso.

Un día, sin previo aviso, Marcos se sentó a mi lado. Yo solía sentarme solo (debo decir que no esta tan mal, es cómodo) pero me encontré hablando con él.

Nos gustaba la misma música (temas viejos), odiábamos el deporte y... ambos habíamos estado enamorados de Mery.

Bueno, yo seguía ligeramente enamorado, pero no le dije eso.

Me sorprendí a mi mismo cuando, después de tres días de sentarnos juntos, lo invite a mi casa a hacer un trabajo de matemáticas. Pareció sorprendido, pero acepto con gusto.

Para mi propia sorpresa, yo también me alegre. 

Yo... conmigoWhere stories live. Discover now