La sirviente de la Rosa

La rebelión de nadie (2)

¿Qué es una perla? Somos un encargo, un pedido, una sirvienta... ¿o duele más llamarnos esclavas? Simplemente no somos nadie. De usar y tirar, como los pañuelos, como los objetos.

Es gracioso ver como las diamantes simplemente se aburren de su anterior perla y "zas", aparece una nueva. Así aparecí yo, y probablemente también Perla Azul. Esto ocurre también con otras amas, pero al no ser tan poderosas se hace menos frecuente su despotismo.

Existen tantas causas por las que una dueña nos cambiaría... ¿Acaso sabéis lo odioso que es ser perfecta? Una y otra vez, creyéndote que eres lo más, intentando ser superior a tus compañeras para no mostrar signos de debilidad... Tanto odio me hacen acumular... Que si ya aburre ser la misma perla, que si somos inútiles, que si no somos nadie... o simplemente nos ponen el famoso letrero de "defectuosa".

Eso también adoran hacerlo, y así de fácil tu gema es rota a pedazos y así de fácil se crea una perla exactamente igual a ti. Nadie puede imaginarse nacer y justo de repente ver a alguien exactamente igual a ti morir. Entré en pánico al verme en un espejo. Pensé que yo era ella, y en cierto modo lo era. Por supuesto no somos clones al 100%. Estoy segura de que nuestras personalidades son diferentes, y que gracias a un fallo suyo yo estoy aquí... pero, ¿es eso justo? La siguiente podría ser yo.

Como dije antes, las diamantes también asesinan por defectos. Una gema que no cumpla su propósito o función es una defectuosa. A veces ellas lo llevan al extremo y consideran defecto cualquier fallo nuestro, una malformación en nuestra gema o cualquier error minúsculo que encuentren, haciéndonos sentir auténtica mierda. He sentido tanta pena por algunas perlas humilladas de esa forma... Me odio a mí misma por colaborar en esto para tan solo salvar mi vida... Algún día las vengaré...

Mi odio hacia Diamante Amarillo era enorme, pero claro... ¿quién iba a enfrentarse a una jirafa enfurecida? Yo no. Ella me trataba... dejémoslo en bien, pero saber su verdadera y oculta intención sobre nosotras era como una espina clavada en la gema. Seguías viva, pero dolía, era agridulce. Entonces me gustaba compararme con la situación de Diamante y Perla Azul.

Me irritaba tanto ver a Perla Azul tan callada, tan sometida a las órdenes de su diamante, sin carácter o carisma... "Azul, están abusando de ti, ¿¡por qué no haces nada?! ¿¡Cómo puedes dejarte herir?! ¿Por qué absorbes todo el dolor y luego... lo descargas llorando, haciéndote más daño...?" Siempre pensaba todo eso cuando la miraba. Sentía una furia y odio hacia ella, intentando hacerla hablar de cualquier manera posible entre descansos, y después una tristeza y melancolía, sabiendo que ella ya había aceptado su destino.