El callejón no era más que un juego para Magna, pero al escuchar los gritos, no pudo evitar observar.
La pequeña de cabellos rojos flotaba por la exhibición, como si fuese uno más de ellos, sus ojos aún que abiertos, dormidos. Aquellos que gritasen, quizás pensaban en el tesoro frente a ellos, oro, como sus ojos, y un precio que cada vez mayor que el otro resonaba por la oscuridad.
Magna se escabulló entre la muchedumbre, y vacilando por un momento, llamó a Campbell, aquel que al igual que él ahora, le habría salvado de los monstruos.
Avisa a Cora, respondió Campbell.
*MENSAJE*
Esta era la versión anterior al epílogo de Chronos, las palabras son similares, pero hay cambios.
Continuará (♥
