rose: sins

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El agua estaba deliciosa, se resbalaba por su piel como seda, sus heridas no dolían tanto.

Estubo unos varios minutos, casi media hora.

- E-esto.. disculpe ¿ escanor -san?

El hombre mencionado que limpiaba las copas oye su nombre, deja las copas en su lugar, acomoda sus lentes, toma una pila de ropas cuidadosamente dobladas una ensima de la otra, sobre toda la pila había un toallón naranja cuya intencion era separarla de las ropas para que la chica lo encontrara mas facilmente. y camina hasta donde estaba la joven.

Ésta al sentir sus pasos se sumerge hasta el cuello dando la espalda, ya que aunque estaba obscuro tenia pudor.

- muy bien señorita -camina lento hasta el borde de donde ella estaba y deja con cuidado la ropa, separando en dos pilas el toallón de la ropa para que ella se vista.- aquí le traigo ropa, seguramente le irá.

- le agradezco mucho. Escanor-san.

-no hay porque, señorita. ¿Quiere que le prenda la lámpara para que no se caiga?

Ella asintió

- por favor, Escanor-san.

El hombre de inmediato se acercó a la pared y sacando un cerillo junto a un papel tipo lija de su bolcillo con una mano y con la otra abría la puertita de la lámpara para seguir por prender el cerillo y colocar la llama en el pavilo de la vela de grasa.

Poco a poco se alumbraba más y más a unos dos metros alrededor.

Cerró la puertita de vidrio de la lámpara y sopló el cerillo que ya estaba consumiéndose con el fuego hasta estar a un centímetro de sus dedos.

No la miró en ningún momento y esto fue notado por la chica que obserbó cada movimiento. El volteó y salió.

La chica acercó su mano hasta encontrar la pila mas pequeña ,mientras sus ojos se acostumbraban de la obscuridad a la poca luz, la primera pila era más pequeña que cuya tela era gruesa y no muy aspera, lo que significaba que era una toalla.

La tomó en su mano y salió de las aguas. Prosigió a secar su cuerpo con aquella toalla, al sentir mas seco su cuerpo, volvió a buscar con la vista la otra pila agarrando algo que parecia ser una camisa, la desabotonó y se la puso. Primero un brazo y luego el otro. Tambien en la pila había un pantalón de vestir, al parecer la ropa era de aquel hombre.

Caminó lento saliendo de la cueva, estaba descalsa.

Con la mejor luz del bar se vió que la camisa era blanca, le quedaba algo grande igual que los pantalones, lo segundo de color negro.

El hombre volveó a verla, quedó algo atónito y una leve sensación de un antigüo recuerdo lo invadió.

- l-lamento que tenga que usar eso pero es lo único que tenía...

- descuide, Escanor-san, no se preocupe, es perfecto.

Escanor sonrie ya que la joven lo hizo sentir bien, le acerca unas sandalias tipo pantuflas para entre casa, bueno "entre cueva".
El hombre la sentó donde al principio despertó, seguido de esto el lelirojo comenzó a ventarla donde eran sus heridas.

-mañana deberé salir por un mandado que me surgió. Le dejaré todo preparado por si algo sucede. Sera un día nada más

- muy bien, Escanor-san no se preocupe por mi- da una leve sonrisa.

♧♧♧

El enseñó por ensima a la muchacha sobre lo que el tenía por si alguien venía, tambien dejó escrito las medidas y los pasos para cada uno de los tragos ; ya que el pensaba cerrar en su ausencia pero la joven muy amablemente lo combenció de mantener abierto.
A él le resultaba raro ya que sentía que confiaba en ella.

My new roseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora