[ Sábado 5 de abril; 11:16 p.m]
Estaba tirado allí, casi llegando a la entrada de la casa, mi dura batalla conmigo mismo por seguir de pie hasta estar a salvo valió la pena a medias, con lo poco que podía usar mi mente en ese momento, lo único que hacía era reprocharme el hecho de que no soy fuerte, no pude defenderme, mientras que en mi rostro sólo se veían lágrimas, de dolor físico y mental, de ira y por supuesto, de mucha impotencia.
Con mi vista nublada, casi nula, vi cómo una luz me iluminaba y el rugir de un motor que de seguramente era un auto retumbaba en mi oido, <JongIn, vienes por mi..> Susurré, ya casi dado por vencido, ahí, recostado sobre los tres asquerosos escalones, con mis manos encima del último escalón, mis piernas dobladas y titubeantes y mi orgullo por el suelo.
Sentí unas manos cálidas, <JongIn, joder, no sabes lo que... lo que me hicieron, lo lamento, lamento causarte problemas.> gritaba mi mente, quería decirle tantas cosas, pero no pude, al verme a salvo, sólo caí rendido ante el cansancio y me dormí.
[Domingo 6 de Abril; 2:22 a.m]
Puedo recordar la hora perfectamente al ver el reloj que se encontraba encima de la mesa de noche, estaba completamente seco, ni un rastro de la lluvia que pasó sobre mi, las luces encendidas y un tibio té esperándome en la misma mesa donde se encontraba el reloj.
Tomé un sorbo de aquel té, olía y sabía muy bien. Una sonrisa apareció en mis labios, sonrisa de alivio ya que me sentía seguro nuevamente; me puse a mirar por la ventana por unos minutos, hasta que vi un auto.
ㅡJongIn debió salir a hacer algo a estas horas, pero ya volvió. ㅡSusurré sonriente aún.
Aunque mi sonrisa se borró en un par de segundos, el auto que venía por aquel camino lleno de pinos era ese maldito auto negro; mis manos se helaron y mi corazón empezó a palpitar aún más rápido.
Olvidé por un momento el dolor de mis piernas y corrí al piso de abajo para afirmar la puerta y que nadie pudiese entrar, pero cuando llegué a ella era demasiado tarde.
Vi a aquel tipo alto abrir la puerta y cerrarla inmediatamente, aún llovía fuerte y él estaba algo mojado; traía una bolsa y algunos chuches dentro de ella; di un par de pasos hacia atrás y me quedé tres escalones arriba de la escalera, mientras me afirmaba con ambas manos del pasamanos de aquella, por si debía salir corriendo.
ㅡ¡TÚ QUE MIERDA HACES AQUÍ! ㅡMe dí la valentía de gritar, algo que ya aprendí que no debo hacer delante de los tipos cómo él.
ㅡTe traje un par de cosas, té, medicina y bendas para tu herida en la cabeza.ㅡMusitó, tranquilo, con un semblante de paz que me daban ganas de golpearlo.
ㅡ ¡JONGIN!, ¡JONGIN!, en cuanto aparezca mi novio te pondrá en tu lugar, hijo de puta. ㅡGrité, algo desesperado de sacar a ese tipejo de la casa.
ㅡ¿Tu novio?, ¿Está aquí?,¿Estás seguro?
ㅡSí, lo estoy. ㅡRespondí sin tener la certeza.
ㅡ¡Pues mira tú!, que yo no lo he visto en todo el tiempo que he estado aquí, desde que te recogí allá afuera.
ㅡ¡Tú.. ㅡIba a comenzar a gritarle, hasta que todos los cabos sueltos se unieron para mi, JongIn no estaba en la casa, ni siquiera estaba su auto, ¿Por qué vendría tan tarde?, soy un estúpido.
ㅡSí, cómo lo pensé. Además yo no te golpeé, así que no me llames hijo de puta. ㅡVolvió a comentar el alto, con unos rojos algo enrojecidos, cómo si hubiese bebido y algo empapado por la lluvia; desperté del corto lapso en donde me quedé mirándole, pero no lo corrí de la casa, no sé porqué, no se me dio la gana y aunque él estuviese con el grupo de machitos que me golpeó, el no me daba inseguridad.
ㅡ¿Cómo sabías que yo vivía aquí?... ¿Vi-vinieron los demás? porque si es así es mejor que...que te vayas. ㅡ Le cuestioné, algo temeroso, pero más tranquilo.
ㅡTe vi girar hacia acá cuando corrías, los chicos y yo ibamos a una fiesta, les dejé allí y por alguna razón que no sé, te he seguido. ㅡMusitó algo avergonzado por su respuesta, aunque no lo culpaba, quizás le iría mal que sus amigos se enteraran que siguió a un "Marica" para ayudarle.
Sólo asentí, algo desconcertado. Recuerdo que me pidió sentarme en el sofá y con una de las bendas que había traído le hizo curaciones a mi herida en la cabeza, aunque no era grande, dolía cómo la mierda.
[Domingo 6 de Abril; 3:00 a.m]
Con un poco de inseguridad le vi curarme las heridas, los pequeños cortes que tenía en mi rostro y el golpe que pegó la piedra en mi cabeza; con algo de timidez, inseguridad pero la verdad es que el ambiente se había vuelto muy cálido.
ㅡG-gracias eh.. oye, no tenías porqué haberlo hecho.ㅡ Susurré.
ㅡSoy ChanYeol y no es nada, es más, es una manera de mostrarte que no todos somos malos y también es una manera de mostrarte mis disculpas.ㅡ Aseguró y sonreí.
Le vi levantarse, guardar las cosas que había traido en la misma bolsa y caminar hacia la puerta, le acompañé e hice una venia con mi cabeza.
ㅡEs mejor que no.. no andes de noche por ahí, no es que te esté cuidando, pero si mis amigos te pillan por allí, no dudarán en golpearte y yo no puedo detenerlos.ㅡMusitó, asentí nuevamente cómo un estúpido y le vi marcharse.
Fué la escena más ridícula y extraña que he presenciado, ¿Por qué le dejé entrar a mi casa?, ¿Porqué le sonreí?, sé que el no me golpeó, recuerdo haberlo visto en el auto mientras yo estaba en el piso, ¡Pero que idiota que soy!, él estaba en el auto, mirando todo y no hizo nada, debería haberle dicho que no, joder, me puso ropa limpia, no puedo ser más estúpido.
Refunfuñé hasta que subí por la escalera y entré en la habitación, me metí en la cama y apagué la luz de noche e intenté dormir.
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The last kiss of 1976 (KaiSoo/ChanSoo)
Подростковая литератураKyungSoo, un chico de 22 años decide contarle a sus padres que es homosexual y que tiene un novio hace tres años de no muy buena reputación, por lo que es desterrado de su casa, llegaría a vivir a la antigua casa de los padres de su novio, pero lo...