2.

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—No... —Suplicó casi sin fuerza a Strange.

Estaba por darle la gema al titán loco solamente para salvar su vida, él no valía tanto como para sacrificar a la mitad del universo. Strange le dirigió una última mirada antes de entregar al gema y que el titán desapareciera.

Se levantó a duras penas, acercándose a los demás que lucharon junto a él en ese planeta llamado Titán, tan escaso de vida y sobrante de muerte. Le tranquilizó un poco ver a Peter reunirse con él, los guardianes y el hechicero. De repente todo a los al rededores se inundó de una terrible paz, como ese momento de silencio en las películas de terror, esos momentos que avisaban que algo malo, muy malo iba a pasar.

El viento comenzó a ser un poco más fuerte, miró a los al rededores y le dirigió una mirada a Mantis, como todos, porque la chica de repente se comenzó a hacer polvo en los brazos de Drax.

—Quill, ¿qué pasa? —Preguntó como último Drax a Star Lord, antes de terminar en el mismo destino que Mantis, echo polvo.

—Tranquilo Quill. —Musité al ver la cara de confusión, tristeza desesperación que se formó en el rostro del nombrado.

No pudo escuchar más lo que dijo, porque al igual que sus amigos, terminó siendo polvo, el cual fue arrastrado por el viento del lugar. Dirigió su mirada a Strange buscando respuestas, aunque claramente sabía que Thanos hizo el chasquido, aquel insignificante chasquido que acabaría con la mitad del universo. Sabía que eso pasaba pero se negaba rotundamente a aceptarlo.

—Era la única forma.

No entendía a qué se refería, pero era tarde para preguntar, Stephen se convirtió en polvo al igual que los demás, dejándolo nuevamente sin respuestas. El viento soplaba haciendo mover su cabello y llevándose el polvo que hace unos minutos eran sus amigos.

—Sr. Stark, ¿qué me pasa? No me siento muy bien... —Oyó aquella voz como un hilo, estaba a punto de quebrarse, y en ese momento deseó que no estuviera pasando eso, que fuera cualquier otra persona en lugar que él, todos menos él.

—Tranquilo, niño. Estarás bien. —Trató de tranquilizarlo con palabras falsas que ni él se las creía. No quería creer esto.

Peter avanzó a pasos tambaleantes hacia su mentor, el cual ya lo veía como la figura paterna que tanto necesitaba, y estando a unos pasos cerca, se derrumbó encima de él, tratando de formar un abrazo, aferrándose fuertemente a su chaqueta mientras la mojaba en lágrimas, no podía entender qué le ocurría, pero algo sí sabía; no quería irse.

—No me quiero ir... No me quiero, no me quiero ir, no me quiero ir, Sr. Stark, por favor... —Repetía con la voz quebrada, sentía como la muerte venía hacia él y se lo llevaba, pero se negaba rotundamente a aceptarlo.

No pudo resistir más y se desplomó en el suelo, con el Sr. Stark arrodillado a su lado, obligándose a sí mismo a no llorar para mantenerse fuerte frente a Peter, demostrarle que no todo está perdido y aún hay salvación, quería que el menor creyera esa cruel mentira, pero no podía. Peter dirigió una mirada llena de dolor y tristeza hacia su mentor, mientras más lágrimas se deslizaban en su rostro, sin importarle llorar frente al Sr. Stark.

—Lo siento... —Susurró con la voz quebrada, sabía lo que venía a continuación y se dedicó a mirar aquel carmesí cielo de Titán, lleno de dolor.

La muerte vino por él, se desvaneció al igual que los demás, en los brazos del hombre al cual admiró y en algún punto llegó a ver como figura paterna. Aquel chico lleno de una alegría increíble, lograba que a Tony lo inundara una felicidad cuando veía a Peter hablar sobre su día, o posibles proyectos, sonreía al ver como al chico se le iluminaba el rostro, porque en parte le recordaba a él, pero ahora, ya no habrían más muestras de cariño por parte del niño, después de gritar con alegría un “¡Sr. Stark ”, aunque el millonario le repetía hasta el cansancio que le dijera “Tony”, el otro seguía llamándolo «Sr. Stark».

Agarró con fuerza el polvo que antes solía ser Peter Parker, mientras lo abrazaba, con miedo a que se fuera, aunque así lo hizo. Se fue, pese a las peticiones y sus últimas palabras. Se fue, aunque luchara por quedarse. Se fue, aunque no quisiera.

¿Qué le diría a May?

Ahora se encontraba solo, en un extraño planeta, sollozando rodeado de polvo, sin saber de la presencia de Nébula.

¿Lo peor fue ver a tus amigos morir?

No.

Lo peor es que no morí con ellos.

Ya no existía un equipo.

Ya no existía un “Juntos”.





***

No entiendo por qué Wattpad me cambia «—» a «-». -.-

Together. ||Infinity War||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora