But strawberries and cigarettes
always taste like you
Por fin, después de tantos años de mucho esfuerzo y dedicación el día que todo estudiante ansiaba había llegado, hoy era la graduación.
El joven Jungkook estaba muy feliz porque aunque no iba a negar que poseía una gran cantidad de buenos recuerdos de su vida escolar esto significaba un cambio importante, era el primer paso que uno podía tomar para alcanzar cierta independencia o madurez; o así pensaba él, harto de ser constantemente tratado como un niño por su condición de estudiante.
Se encontraba sentado en su asiento rodeado de quienes fueron sus amigos durante todo este tiempo, y quienes, si hay suerte, lo seguirán siendo también en el futuro. Todos hablaban y reían, contando sus planes de futuro, algunos irían a la universidad, otros trabajarían y luego estaban los que aún seguían sin tener claro que querer hacer con su vida.
—Jeon Jungkook —su nombre resonó por toda la sala, lo que significaba que era el momento de ir a por su tan ansiado diploma.
Con su cabeza bien alta subió las escaleras y se aseguró de mostrarles sus respetos a todos y a cada uno de los docentes antes de recoger aquel trozo de papel y cartón que tanto valor tenía. Tuvo que controlar su entusiasmo para no ponerse a saltar en medio de la multitud, aunque el diploma no se iba a librar de tener unas cuantas arrugas por la fuerza que andaban ejerciendo sus manos. Usó todo su autocontrol para conservar su tranquilidad hasta bajar pero justo cuando su pie hizo contacto con el primer escalón sus ojos detectaron una conocida cabellera rosa.
—¡Jimin!
Supo que había dicho su nombre demasiado alto y que seguramente ahora estaría observándolo medio pabellón pero no tenía tiempo para atender a esas cosas cuando tenía a una de sus personas favoritas ahí, acompañándolo en su día tan especial.
Empleó toda su suerte en no tropezar al bajar y una vez en suelo plano se lanzó a los brazos del más bajo, quien lo recibió con un entusiasmo igual o mayor.
—¡No sabía que vendrías! —dijo el joven sin separarse del contrario, ni le dio importancia a las dobleces que tenía en aquel momento su diploma— Pensaba que estarías trabajando.
—Yo también, pero hoy me dejaron irme antes.
Jungkook conocía a Jimin desde que tenía memoria. Un día, mientras el más joven se encontraba jugando en el parque tranquilo, unos maleantes de más o menos su edad habían decidido que sería divertido molestarle y robarle sus juguetes. Intentó defenderse, pero fue en vano, le superaban tanto en tamaño como en edad por lo que lo único que consiguió fue rasparse la rodilla. Vio a su querido Cooky en las manos de aquellos niños. Su pobre conejito de peluche siendo maltratado y no consiguió evitar llorar cuando lo sintió perdido, llanto que consiguió atraer a su salvador.
«¡Meteos con alguien de vuestro tamaño!», les había gritado este, porque de aquella Jimin era el más alto de todos, ahora las cosas habían cambiado mucho en ese aspecto.
Tras una dura batalla (casi todo golpes al aire y chillidos), el mayor se hizo con el querido peluche de Jungkook y en cuanto se lo devolvió este juró que lo seguiría a todas partes; se había convertido en su héroe.
Desde aquella se convirtieron inseparables. A pesar de no ir al mismo colegio casi no había día en el que no se vieran, incluso cuando llegaron los cursos superiores ellos seguían viéndose cada vez que podían. El problema vino cuando Jimin se graduó, negándose a desperdiciar más de su vida estudiando se puso enseguida a trabajar y andar demasiado ocupado como para poder atender diariamente a Jungkook. Casi no quedaban pero al menos su relación seguía siendo buena.
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Strawberries and Cigarettes; Kookmin OS
FanfictionPero las fresas y los cigarrilos siempre saben como tú. ♦️ Pareja: Kookmin ♦️ Extensión: 2,9K, OneShot ♦️ AU!; Romance