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"Hoguera"

Sueño enviado por Lisbeth Suarez, puedes participar enviando sus sueños por mensajes...Sin más preámbulos comencemos...

"Hoguera"

Me encontraba parada mirando por una ventana el bello paisaje de un bosque, al levantar la mirada al cielo me di cuenta que la noche empezaba a caer, solté un largo suspiro de mis labios, volteando a mirar dentro de lo que era mi "hogar" tenía el toque campestre como si fuera una cabaña, puesto que los muebles internos eran hechos de madera de roble, camine por el interior de esta fijándome en un espejo completo, mi atuendo era una falda larga y una camisa de volados arriba. También me percaté de que mi apariencia era diferente, tenía un largo cabello oscuro como la noche, mi piel era blanca como un papel y tenía unas tenues pecas en mis mejillas.

Escuche unos golpes en la parte trasera de la cabaña, caminé curiosa a ver de qué se trataba, ante mi ojos un hombre mucho más alto que yo, tenía el cabello amarillo, unos profundos ojos azules, se encontraba agitado como si hubiera corrido un maratón, en su mano derecha cargaba una hacha, su ropa era como la de un leñador.

—Debes huir... —Me habló, tomándome por los hombros, dándome sacudidas con violencia completamente alterado.

Yo asentí con rapidez, tomando entre mis manos las cosas que él me dio dentro de un bolso de cuero,

Desde muy pequeña le he tenido pavor al fuego, no me agrada en lo más mínimo

A lo lejos se escuchaba claramente gritos que decían — ¡Muerte a la bruja! — soy un ser del demonio pero con solo escuchar ese grito se me olvido y me hice la cruz, también se escuchaban ladridos de perros, lo que me faltaba con lo poco que había guardado en mi bolsa de cuero, corrí como si no hubiera un mañana.

Llegue a lo más profundo del bosque pensando que ya lo peor había pasado, pero no hay se encontraba la multitud — ¡Agárrenla, no dejen que se escape! — sentí que mi corazón se detuvo, entrando en estado de shock, no me di de cuenta cuando un hombre sumamente hermoso, pero que me quería matar me ato las manos.

—Por favor ten piedad de mi... —le susurre pidiendo compasión de su parte, el cual me respondió.

—No, por bruja... — el colmo, ahora por ser bruja me van a matar. Debería haber derechos hacia nosotros.

Mientras tenía una clara discusión con mis pensamientos, otro hombre diferente llego con un chamizo dándome un fuerte golpe que me dejo en coma de lo duro que fue.

Mientras me estaban amarrando a un tronco de árbol, abrí mis ojos lentamente observando al mismo hombre que me había atado las manos, este tenía un trinche y una antorcha.

—Adiós bruja... —fueron las últimas palabras que susurraron

— ¡NO!...

Me desperté de golpe, tenía el corazón sumamente acelerado.