➳ Ú N I C A

6.1K 735 196
                                    

Estoy frente a ti, admirando la manera en que desprendes tu cariño a las personas, especialmente a los niños y cachorros. Puedo sentir como tu corazón puro se hace más débil cuando ves algo que te da ternura y no puedes evitar ir hasta ello y tocarlo, y tus emociones, tanto fuera como por dentro, me lo aseguran.

—Hyung —el canino ya estaba en tus brazos y no parecía querer irse—. ¿No es lindo? ¿Por qué no tenemos uno?

Miré a la dueña del cachorro, quien miraba enternecido a mi pequeño por ver semejante imagen. Y es que sí, ver a dos criaturas hermosas e inofensivas juntas era como ver una preciosa pintura sin tener intenciones de despegar tu mirada de ella.

—Te prometo que adoptaremos el cachorrito que tú quieras —me sonrió tal cual un niño emocionado y se posicionó de rodillas para dejar al canino en el suelo.

Le agradeció a la señora por dejarle tocar a su cachorro, con su manita se despidió de ella y, principalmente, del perrito. Sus iluminados ojos me miraron y se hicieron pequeños al esbozar una muy sincera sonrisa. Me acerqué hasta él y besé su mejilla, rió bajo y se alejó un poco al momento de dejar mis labios cerca de su cuello.

—Hyung —no dejó de sonreír—, me haces cosquillas

—Me gusta ver tu sonrisa, bebé

Con mi mano en su mentón elevé su mirada y dejé que mis ojos se deleitaran con las finas y suaves facciones de su rostro, examinando cada bello destello que él me permitía ver, porque él para mí brilla más que el Sol, brilla más que todas las estrellas juntas. Con mi mano acaricié su rostro, cerró sus ojos sin oponerse a mis caricias y sus brazos terminaron rodeando mi cuello. Sus labios delicados como él, esos labios que me llaman todos los días por un poco de atención, estaban un poco separados al dejar salir su respiración por su boca.

Mi mano se quedó reposando en su esponjoso cabello, corté la pequeña distancia que nos separaba al juntar nuestros labios en un tranquilo beso. Mis labios acariciaban los suyos con lentitud y sin nada de fuerza, porque quería demostrarle cuán dulce es mi amor por él a través de besos.

—H-hyung —se separó apenado. Un notorio color rosado pude visualizar en sus mejillas gracias a la cercanía—, nos están mirando

Me alejé un poco de él para caer en cuenta que la gente al pasar nos tiraba una mirada asqueada, murmuraban entre ellos y seguían su camino negando con la cabeza al apartar su mirada de nosotros.
Tomé la mano de Chan y seguimos nuestro camino a casa sin la calma que teníamos hace unos segundos.

Chan hizo presión en mi mano, es ahí donde supe que algo andaba mal. Quería llorar al ver como las personas se alejaban de nosotros al caminar, pude notar ya sus ojos cristalinos, perdiendo su brillo carismático que me hace sentir con fuerzas. Después de todo, tengo que mostrarme fuerte aún cuando él no lo está, solo así podré protegerlo.

Para nuestra suerte la casa no estaba alejada, pues ya habíamos caminado demasiado antes de encontrarnos con el cachorrito que a Chan tanto le gustó. Nadie habló en el camino, las palabras no querían salir de mi boca al notar lo incómodo, asustado y herido que estaba mi chico.

Al entrar a casa se quitó sus zapatos y caminó cabizbajo hasta el sofá, donde se quedó sentado sin mirar nada en específico. Era fácil notar que había decaído, porque está consciente de las barbaridades que dice la sociedad respecto a personas como nosotros.

Cerré la puerta con lentitud y dejé mis zapatos junto a los de él. Mi corazón se marchitó al escuchar sus sollozos, sus manos limpiaban sus lágrimas al instante en que salían. Quería hacer el menor ruido para no alarmarme, lo sé.

A pasos rápidos llegué a él y me senté a su lado, atrayendo su cuerpo al mío, mi brazo quedó alrededor de sus hombros y acaricié su antebrazo. Fue ahí donde se dejó romper en llanto, de alguna forma pude sentir las gotas chocar contra mi piel, sus gotas hicieron que me estremeciera y que mi alma se hiciera trizas, más de lo que ya estaba.

—Channie, no tienes-

—¿Por qué nos ven así? —dijo entre llantos casi sin entender— ¿Por qué no podemos estar cómodos allí afuera? ¿Por qué me hacen sentir feo con sus miradas? —hipó— ¿A caso no somos normales?

Me incorporé en el sofá y así poder verle de frente, tomé su rostro humedecido entre mis manos y besé su frente como si pudiera transmitirle seguridad, fuerza y confianza en sólo esa pequeña pero significativa acción.

—No te fijes en ellos —le miré directo a los ojos para así atraer los suyos—. No tienen razón para entrometerse en nuestra vida, ni siquiera pueden conocer más allá la palabra amor que tanto me gusta demostrarte

Sus lágrimas salían poco a poco hasta disminuírlas y al final cesar, pero puedo notar su sensibilidad, puedo notar que aún hay lágrimas que quieren destruírle. Le rodeé con mis brazos, le abracé con desesperación sin lastimarlo.

Existen momentos en los que tengo miedo de ya no ver su preciosa sonrisa, donde ya no pueda ver como de su boca salen las risas que me contagian y que me dicen te amo donde ya no vea al mismo chico alegre que le pedí sea mi pareja. Donde ya no pueda ver la razón de mi existencia. Porque Chan es delicado en muchos aspectos; sus sentimientos son tan sinceros, lo pude ver a lo largo del tiempo, también son tan suaves y frágiles como el pétalo de una bella flor con su exquisita esencia. Es delicado cuando de amor se trata, porque da lo mejor de sí mismo para mí, así como yo doy lo que puedo para verlo contento día y noche.

Chan se ha convertido en mi razón de vivir, y para poder seguir tengo que demostrarle que estoy para él, a pesar de que él mismo se destruya escuchando comentarios bárbaros hacia su persona, yo estaré con él como su paño de lágrima, limpiaré todo su horrendo dolor para no verlo llorar más, para no ver las lágrimas que delatan su sufrimiento, lágrimas que lo envuelven más en su martirio. Seré quien cuide de él hasta el fin de los tiempos, seré quien le dará fuerzas para seguir en este miserable lugar junto a mí. Porque creo en que el destino me ha permitido conocerlo para saciar su tormento y desasosiego.

—Créeme, la gente que solo busca hacer daño a los demás son superfluos —sobé su espalda con fragilidad y despacio—, no tienen por qué ser importantes

—Hyung, prométeme que seguirás conmigo —me miró con sus ojos en los que juraría podía perderme—, prométeme que te quedarás junto a mí

Junté nuestros labios una vez más, porque quiero que sea posible demostrarle así que no eran necesarias esas peticiones, porque mi amor por él es inconmensurable es algo que podría tardar una eternidad para describir mis infinitos sentimientos y emociones hacia ese pequeño angelito que me han concedido.

—Juro por mi vida que jamás tendré la intención de alejarme de ti —un corto beso nos volvió a unir—, porque te amo, te amo como no tienes idea

Mi amor por él es sempiterno, es asegurado.

[Delicate]

Holaaaa

Este one shot no es de mi propiedad, tengo la autorización de eyesgguk para adaptar su one shot TaeKook al WooChan. ¡Gracias!

Bye~

↳-EsposaDeWoojin.

Delicate [WooChan] O.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora