Capítulo I ❤

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Sentía nervios y a la vez una especie de temor.

Nunca antes se había levantado tan tarde, supuestamente tenía una reunión a las 8 en punto, y ya eran las 8:15.

Se cambió los más rápido posible, no le importaba usar la misma ropa que usó el día anterior. No tenía tiempo para escoger uno nuevo ni para buscar.

Lo más certero que se puede decir es que no tenía ropa limpia.

No tomó desayuno, si lo hacía perdería más tiempo. Sabía que si Takano lo descubría iba a estar en problemas.

Decidió irse en taxi porque hasta irse caminando a la estación de tren y esperar al tren le iba a a quitar demasiado tiempo.

                        ***❤❤❤***

-¡Llegas muy tarde! Onodera.- Gritaba con el ceño fruncido, el gerente de ventas. - Ya son las 8:23. ¿A qué hora pensabas llegar?.
-¡Perdoname Yokozawa-san!
-Maldición. Ya vamonos.
-Pero ¿Qué hay de Takano-San?.

Se metieron rápidamente al ascensor para dirigirse al tercer piso donde se realizará a cabo la junta.

- Él no va a venir hasta hoy en la tarde.

El castaño se sorprendido un poco.

-¿Por qué?
-¿Él no te lo dijo?

¿Decir qué?

Ciertamente, ellos se habían peleado y no se volvieron hablar desde el viernes.

Es por eso que no lo veía todo el fin de semana.

La causa principal de su pelea tenía nombre y apellido.

Nao Kiyomiya.

Para Onodera era una exageración. Y sin querer lastimó el corazón de Masamune.

Pero pensándolo bien Takano tenía mucha razón.

-Si no te lo dijo es por algo ¿No?

Saliendo del ascensor se fueron hacia la sala de juntas, con un Ritsu nervioso y un Yokozawa serio se presentaron ante todos.

Isaka se sorprendió un poco al ver a Ritsu.

¿Qué estaba haciendo aquí?

¿No estaba con Takano?

Le parecía algo extraño. Takano le dijo que se iba a ir con Onodera. ¿Qué habrá pasado?

Más tarde le haría las respectivas preguntas a Ritsu, ahora tenía que dar inicio a la reunión. No podían atrasarse más.

-Bien ya que todos llegaron, comenzemos.

                      ***❤❤❤***

Paso las horas y la junta llegó a su fin.

Ritsu estaba demasiado estresado y exhausto.

Casi en toda la junta se la pasaron gritando, enfrentándose e inclusive llegaron a tal punto de insultarse.

Ritsu ante la desición que tomaron no estaba muy contento.

Pero ¿Qué podía hacer?

La desición ya estaba tomada.

Volvió a su puesto de trabajo.

Mientras corregía los manuscritos, pensó en Takano-san.

No le interesaba nada sobre él.

Ese pensamiento que tuvo el castaño, solo le hacía darse cuenta de que se  mentía a sí mismo.

No entendía el porqué su corazón se sentía tan incómodo, tan intranquilo, con tan solo sentir eso le hacía tener un sabor amargo en la boca.

Hasta el más allá.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora