Capítulo II ❤

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Se despertó más temprano de lo habitual.

Sentía ese sentimiento extraño de una inmensa angustia, desesperación, ansias y un vacío en su corazón.

No sabía lo que era ni lo que se trataba pero es aterrador.

Se tomó el tiempo suficiente para bañarse, prepararse un desayuno decente y ponerse ropa nueva.

Lo tenía todo listo.

Al salir de su departamento, su mirada se topó con la puerta de al lado.

Se preguntaba si Takano-san ya había llegado.

Quería verlo, quería tocar su puerta insistentemente hasta que le abra, quería que él lo abrazara para que ya no se vuelva a sentir así.

Pero se contuvo, no podía hacerlo.

El camino al trabajo fue como siempre, esperó el tren que al entrar estaba lleno de pasajeros. Todo apretado.

Saludo cordialmente a los empleados de Marukawa, era el primero en llegar a la oficina.

Takano no estaba.

Una de las opciones es que esté aún dormido en su departamento.
O aún no sale de Kyoto.

Con el paso del tiempo los demás empezaron a llegar, cada uno haciendo su respectivo trabajo.

Hatori como el sub jefe, estaba demasiado estresado por ese cargo.

Deseaba que Takano estuviera en ese momento. ¿Cómo Takano podía con todo esto?

-Ah, maldición.- Exclamó molesto Hatori.- Onodera acompáñame a la casa de una autora todavía no termina su trabajo y la entrega es en la tarde.

-¿Ahora?

-¡Sí! Ahora, le falta dibujar 13 hojas.

-¡¿Qué?!

Ritsu siempre se preguntaba ¿Cómo las autoras no pueden tener listo su trabajo a tiempo?

Odiaba eso de ellas.

Mientras se dirigían al ascensor, Hatori sacaba su celular marcando a la imprenta.

En todo el camino no dejaba de gritar pidiendo o mejor dicho suplicando que le dieran plazo hasta la noche.

Onodera ya se imaginaba a los de la imprenta con una mirada aterradora y de desaprobación.
               
   
                             ***❤❤❤***

Exhaustos regresaron a la oficina, el reloj que se encontraba colgando en la pared marcaba las 5:50 de la tarde.

Se tiraron en la silla como si se tratase de una cama, Ritsu cruzó los brazos en la mesa y colocó su cabeza encima, por lo menos trataría de dormir durante 5 minutos.

Su paz iba a durar poco, Yokozawa entró a la oficina exaltado, notoriamente molesto.

-¡Masamune!- Gritó.

-Takano-san aún no llega, Yokozawa-san.

- Maldición. Hatori..

-No estoy. - Se fue al baño para evitar aquella petición, ya no estaba de humor para hacer cualquier cosa.

Yokozawa miró insignificantes a los demás necesitaba a alguien de esa área urgente, tenía que resolver un problema que se presentó en otros departamentos.

-Onodera.- Su mirada se posó hacia él.

Vió como el nombrado se levantaba de su asiento dirigiéndose hacía donde estaba.

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⏰ Última actualización: Sep 15, 2018 ⏰

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