Las cartas de la celda 76 [Yoonmin]

Cap. 10

POV JIMIN

Debido a que coloqué mi foto dentro de la carta fui esa misma noche a entregar la carta, así mi Hyung no la vería, tuve la suerte de encontrar la estación de correos abierta. Dejé el sobre y me fui a casa, con la vaga excusa de que salí a tomar aire. Al llegar mis amigos ya estaban por dormir así que no se cuestionó mi ausencia.

Al día siguiente decidí pasar al supermercado para matar el tiempo ya que mis amigos habían puesto una película de acción y esas no son mis favoritas a decir verdad

Llegué al supermercado que estaba más cerca de mi casa y agarré una canasta ya que tampoco iba a comprar mucho, solo unas verduras para la cena y una que otra botana

-Hoseooook, ¿por qué me trajiste hasta acá?-

-Oh, ya cállate Jihoon

-Está súper lejos de nuestra casaaa-

-Pero ya te dije que aquí está más barato todo, no estámos para andar regando el dinero y lo sabes-

-Si pero lo que no gastas en los productos lo gastas en el transporte-

-Por esa misma razón nos regresaremos a pie-

-Aaah hyuuuuuuung-

Esa conversación del pasillo de al lado me llamó la atención, me recordó a mis dongsaengs con mi hyung, además el llamado Jihoon me pareció adorable por como hacía pucheros

Me dirigía a ese pasillo para verlos mejor cuando de pronto empezaron a hablar

-¿Hoy no tuviste que trabajar o qué?-

-Al parecer hoy le tocaba a otros presos encargarse de cocinar, ya sabes, sus tareas diarias van cambiando-

Me detuve en seco. ¿Presos?

-Ya veo, bueno con esto es suficiente, vamos a pagar y nos vamos-

-No nos iremos a pie ¿verdad-

-Tú si-

-¡Hoseok! Eres igual de insoportable que mi primo-

-Ni me lo recuerdes, aún no aprendo a manejar el tema de que él y Namjoon están en la prisión-

-Lo bueno que ahora puedo verlos-

Me puse a ver unas latas de guisantes para disimular ya que ellos iban saliendo del pasillo, no quería que pensaran que era un acosador o algo así.

Al parecer ellos tienen a dos conocidos en prisión, ¿Conocerán a Agust? No lo sé.
Terminé de pagar y me fuí a mi casa, dejé las bolsas en la mesa y subí a ver cómo estaban mis amigos, cuando entré al cuarto los ví dormidos entre las mantas y una sonrisa tierna se asomó por mis labios.

Apagué el televisor y cerré la puerta cuidadosamente, bajé a la primera planta y me dispuse a acomodar todo lo que había comprado cuando de repente el teléfono de casa sonó y supuse de que se trataba