Las lágrimas que simplemente caen por el rostro y todos conocen la verdad sobre ellas, no son las que más duelen, ya que esas secan, las que duelen son aquellas derramadas desde el corazón, desde el alma, en silencio.
Noche tras noche, llorando en secreto, sin poder gritar, porque nadie puede saber que te sucede, y no es que no lo quieras contar, solamente... ¡no puedes! Por algún motivo es muy complicado.
Esto es algo que a muchas personas más les pasa y a cada uno por distintos motivos; Alrededor del mundo hay más personas como tú y como yo con el mismo dolor de callar los sentimientos y ocultar lágrimas del corazón, lágrimas de dolor, lágrimas silenciosas, de un alma que simplemente ¡no puede más!